El impresionante vídeo de EPIC se equivocó por seis años. En él se hipotetizaba con que, en el año 2011, Google News sería llevada a los tribunales por el New York Times por violación de copyright, por utilizar sus noticias para la construcción automatizada de sus titulares. Pero no hemos tenido que esperar al 2011, y no ha sido el New York Times. Ha sido en pleno 2005, y el denunciante ha sido Agence France Presse (AFP).
Algo tiene atravesado Francia con respecto a Internet. En el año 2000, el juez francés Jean-Jacques Gomez denunció a Yahoo! porque a través de sus Yahoo! Auctions se podía acceder a objetos de memorabilia nazi, algo cuyo comercio está terminantemente prohibido en la mayor parte de Europa. El caso afectaba a la trasnacionalidad de las leyes, dado que se trataba de un juez francés legislando sobre las acciones de una compañía norteamericana, y llegó a implicar a peritos de elevado prestigio, como el mismísimo Vinton Cerf, que tuvo que testificar hasta que punto era posible, mediante sistemas de filtros, evitar el acceso desde Francia a determinado tipo de contenidos.
Ahora, en 2005, AFP lleva a Google a los tribunales (y esta vez, para evitar líos, a los tribunales norteamericanos, concretamente en el Distrito de Columbia), por el uso de titulares, fotografías y noticias de la agencia. Piden, además de la prohibición, una reparación de daños por importe de 17.5 millones de dólares. El litigio sigue a otro caso, el de Perfect10 vs. Google: Perfect10, un sitio pornográfico, denunció a Google porque usando la función de búsqueda de imágenes podía accederse a fotos de las modelos de la compañía, que cobraba $25.50 a sus más de cien mil suscriptores por dicho acceso. Ojo a la doble moral del tema: en este caso, Perfect 10 podía perfectamente impedir el acceso a sus páginas del buscador de Google simplemente especificándolo con un «disallow» en su fichero ROBOTS.TXT, pero no quería hacerlo porque, como en todas partes, un porcentaje muy alto del tráfico que obtenía venía precisamente a través del buscador.
Ahora, llega AFP y ataca por la misma vía. La primera respuesta de Google ha sido la que cabía esperar, en la misma línea que con Perfect10: «nosotros permitimos que un medio se dé de baja de Google News, pero la mayoría no lo hace porque creen estar ahí que les beneficia tanto a ellos como a sus lectores». En juicios anteriores, la respuesta de los jueces ha sido tendente a considerar lícito el uso de imágenes y textos en motores de búsqueda, dado que la vinculación de contenidos no implica copia alguna ni, por tanto, violación del copyright. El límite, por tanto, parece esta en la transformación y/o la copia: es lícito indicar donde está un contenido, y mostrar para ello textos o imágenes en calidad reducida (thumbnails), pero no transformarlos, copiarlos (ojo a las posibles implicaciones para el Google Cache) u ofrecerlos en su integridad.
Este caso es difícil: Perfect10 podía, si quería, impedir el acceso de otros a sus contenidos, pero no lo hacía porque no le interesaba. Pero AFP no puede (fácilmente) impedir el acceso de Google News a sus noticias, dado que éstas no son tomadas de AFP – que las sirve únicamente por suscripción – sino de los medios que las utilizan.
El juicio promete. Lo que se está discutiendo puede afectar a cosas que hoy consideramos «sagradas», y a la evolución de los posibles usos de los contenidos. Es un nuevo frente abierto, un nuevo caso de esos que adoro, de cómo la tecnología afecta a las personas, a las empresas…y hasta a la Ley. Seguiremos informando.
Esperemos que la justicia esté a la altura de las circunstancias.
La circustancia es muy sencilla. Si AFP no quiere que sus noticias aparezcan en las páginas de Google News, «embebidas» o no junto con otros titulares, tiene todo el derecho a reclamar que no aparezcan, y si AFP no puede hacer nada de forma sencilla para evitarlo, el reto está ante Google de cumplir, y no creo que sea tan complicado.
¿Que no nos gusta el precedente que eso pudiera sentar? Pues es posible, pero quien ostenta los derechos de copia y reproducción de un contenido es su dueño y señor, y eso señores, nos guste o no, eso sí que no debe ser atacado.
Al margen del asunto, me resulta curiosa la respuesta de Google: «We allow publishers to opt out…»…
Pueees… Quizás deba Google plantearse que Google News funcione en base a un opt-in, al igual que lo hace Froogle, por ejemplo. Pero ese es otro tema.
En cuanto a Francia, no está sino ejercitando el «deporte» favorito de los norteamericanos: resolverlo todo a través de los juzgados.