Interesantísimo artículo en Wired, «Amazon knows who you are«, en línea con las cosas que suelo comentar cuando utilizo el caso Amazon en mi electivo de CRM. Por supuesto, el tema tiene preocupados a los activistas de la privacidad, que no ven con buenos ojos el hecho de que la empresa no sólamente conozca mejor a sus clientes de lo que ellos se conocen a sí mismos, sino que además pueda compartir esos datos con sus socios comerciales. Lo que no dice el artículo es que Amazon no cede los datos, sino que permite o podría permitir que sus socios comerciales hiciesen marketing en su plataforma, sin salida efectiva de datos de los ordenadores de la compañía. Evidentemente, Amazon no permitiría que sus preciados datos, verdadero activo de la compañía, cayesen en manos de otro para que los explotase a su antojo y pudiese cometer vete tú a saber qué barbaridades.
Mi posición en este sentido siempre ha sido la misma: cualquier empresa que haga CRM con un poco de habilidad puede llegar a conocer a sus clientes mejor que como se conocen ellos mismos. Y yo veo perfectamente bien que alguien recolecte información sobre mis preferencias, mis hábitos de compra, etc. y que llegue, de hecho, a conocerme mejor de lo que yo me conozco a mí mismo. Lo que puede que no vea bien es su utilización para según qué finalidades. Si en algún momento las acciones que Amazon realiza gracias al hecho de tener mis datos me resultan intrusivas, incómodas o persecutorias de alguna manera, seguro que seré el primero en protestar y en exigir mi derecho a la revisión o borrado de mis datos. Derecho que, por otro lado, dudo que exista como tal en la legislación norteamericana, y que por tanto podría provocar un caso de transnacionalidades legales parecido al de Francia con Yahoo! en caso de ser invocado por un español. Pero mi opinión, como ya comenté en aquella columna de Libertad Digital, es que no podemos protestar contra una posibilidad, sólo contra hechos probados. Y por los hechos de Amazon hasta el momento, no sólo no me resulta molesto que me conozca, sino que me parece fenomenal. Me encanta. Hasta me considero un privilegiado por ser de aquellos a los que Amazon conoce muy bien. Todo un conjunto de servicios interesantes que aprecio un montón. La verdadera frontera en el CRM no es la tecnología, sino la actitud.
Enrique
Si ya lo decía Aristotle Onasis (1906-1975) «el secreto de los negocios es conocer algo que nadie mas conoce». (Me encantan estas frases dichas por personas que ya hace tiempo decían y sabían lo que ahora muchos gurús practican)
Por cierto no puedo olvidar al hilo de lo que comentas y recordando a las clases que me diste sobre CRM, recomendar a la gente el libro «permission marketing» de Godin Seth en el cual habla sobre el nivel de permiso que los clientes conceden a las empresas para hacer CRM.
un abrazo