A la calle por blogger…

Imagen Hierve la sangre en la blogosfera con las noticias de empleados que han sido despedidos o represaliados de alguna manera por mantener un blog. El caso del empleado de Google, el de la Reina del Cielo y muchos más, como los que recopila Manuel Almeida en este post. La cosa ha llegado al punto de montar una «carta internacional de derechos del blogger» y un sitio para defender a los «caídos en combate», que proporciona incluso una lista de empresas «blogofóbicas». Y el caso es que este tema, recurrente desde hace cierto tiempo, tiene todo el aspecto de evolución ascendente asociada al crecimiento de la propia blogosfera, con lo cual nos vamos a hartar de oír casos de ese pelaje procedentes de las empresas y situaciones más variadas…

El caso es que a mí siempre me ha ayudado mucho para formarme una opinión el sentido común que supone imaginarse las nuevas situaciones surgidas en la red puestas en un contexto clásico y conocido: el del mundo offline. Y en este caso de los bloggers despedidos, las cosas funcionan más o menos como sigue: ¿os imagináis tener un compañero de trabajo que se dedica a hablar constantemente mal de la empresa en lugares donde puede ser oído? O peor, ¿a publicarlo en prensa? ¿Una persona que genere mal ambiente, que dé mala imagen a la compañía, que critique de forma pública y notoria sus prácticas, que resulte incómodo para sus compañeros o que revele secretos industriales? A ese tipo de empleados, en el mundo tradicional, se les despide, y normalmente tiene además bastantes posibilidades de ser considerado un despido procedente. Entonces, ¿qué cambia cuando nos trasladamos al mundo online, y el empleado, en lugar de tener una boca muy grande, tiene una herramienta llamada blog? Obviamente, su poder de influencia puede multiplicarse, pero lo que la empresa le castiga no es el hecho de tener un blog, sino el de utilizarlo para las cosas que hemos comentado anteriormente.

Por supuesto, muchos casos serán absurdos y patentemente injustos, o revelarán un desconocimiento supino del tema o un pánico reverencial a lo desconocido. Pero en otros, el despido habrá venido por un conjunto de malas actitudes de los trabajadores, de revelación de secretos, de falta de rendimiento, de generación de mal ambiente y de factores afines de todo tipo. El blog seguramente sea en muchos casos lo de menos. Se trata de que si alguien en mi organización se dedica a criticarla en público, ridiculizarla, no proponer soluciones, mantener una actitud negativa y a sacar de quicio a todo el mundo, me parecerá muy bien que lo echen a la calle, sea blogger o no lo sea. Y son cosas que creo que son así independientemente del soporte que utilicen.

Se podría discutir, por supuesto, si echar a alguien por blogger es o no inteligente. Seguramente no lo sea. Posiblemente, la «reeducación» y el «adoctrinamiento» sean más productivos, puesto que el efecto de poner en la calle a alguien, al ser amplificado por la blogosfera, puede resultar enormemente negativo. El «plan Google de reeducación en tres días«, por ejemplo, parece una práctica bastante recomendable. Pero el que políticamente pueda no ser interesante despedir a alguien con la capacidad de amplificación que implica un blog no me parece que deba ser interpretado como que alguien, por tener un blog, deba tener «licencia para matar» o ser algún tipo de «especie protegida». No somos una especie en peligro (todo lo contrario, cada vez somos más abundantes), y debemos regirnos por los mismos códigos de sentido común dentro y fuera de la blogosfera. Un empleado irresponsable puede serlo con o sin blog, y en determinadas ocasiones puede ser perfectamente lógico ponerlo de patitas en la calle.

Revisaros los casos listados en «The Bloggers’ Rights» y ya me contaréis. Sinceramente, creo que algunas cosas no son cuestión de free speech, sino de puro sentido común.

5 comentarios

  • #001
    mini-d - 1 febrero 2005 - 10:55

    Si mal no entiendo, tu dices que todo aquel que hable por gusto o placer y haga maldades debe ser echado. Me parece perfecto.

    Lo que me parece injusto es que echen a una persona porque se lo vé en una foto tomando una cerveza con el traje del trabajo o hablando lo mal que lo tratan día a día o las malas prácticas que hace la empresa. O por ejemplo el caso de la mujer del empleado de EA que se quejaba de como abusaban de su marido y todos los empleados. Creo que hay casos en donde no se debe echar, y por todo lo que llevo leyendo, sólo 1 caso fue por estupidez (publicar unas fotos de un camión que descarga G5s en Microsoft) cosa que generó revuelo pero el autor dijo que se había equivocado terriblemente.

    No siempre es con malicia.

  • #002
    Enrique Dans - 1 febrero 2005 - 11:10

    No, no… no querría nunca tomarme con ligereza la horrible decisión de echar a nadie. Es algo que se debe evitar siempre que sea posible. A lo que voy es a que toda la vida se ha echado gente de compañías por decir cosas que no debían donde no debían o a quien no debían, y la introducción de los blogs en la ecuación, simplemente, no me parece un hecho diferencial. Estoy plenamente de acuerdo con que la mayor parte de los casos se deben al papanatismo de empresas que no entienden lo que es un blog y las posibilidades que tiene desde el punto de vista corporativo. Pero otros lo son por no darte cuenta de que no estás hablando para el cuello de tu camisa, sino voceando «las miserias» de tu compañía, y eso es algo que no debe hacerse…

  • #003
    Consultor Anónimo - 1 febrero 2005 - 12:30

    Enrique, estoy absolutamente de acuerdo contigo. No es lo mismo criticar a la empresa tomando una caña con los amigos (todos lo habremos hecho) que utilizar un medio de expresión público para hacerlo. Que con un blog sea más barato que insertando anuncios en la prensa no lo hace ni menos público, ni menos relevante. La gente debe saber cuándo hablar, y también cuándo callar.

  • #004
    Alejandro más que Magno - 1 febrero 2005 - 21:25

    YO SOY LA REVOLUCIÓN EN INTERNET …

  • #005
    Kadoom - 4 febrero 2005 - 13:17

    Blogs personales no autorizados (controlados) crearán más problemas que beneficios para las empresas.

    Por lo tanto, lo que harán es prohibirlos de entrada. Si quieres el trabajo firma aquí.

    Ver link por algo más.

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