Enrique Dans

Aquí tenéis este artículo, resultado de un par de mails cruzados entre Rafael Martínez Tomás, de Diario Médico, Albert Armengol y un servidor sobre el tema de los blogs en la profesión médica. Como primera aproximación al tema para un público que se supone poco informado, está interesante, ¿no? El fenómeno de los medblogs está teniendo una importante difusión, fundamentalmente en Estados Unidos, donde hay de todo: blogs de médicos como Medical Rants, MedPundit, RangelMD, Symtym, GalensLog o KevinMD (uno de los más conocidos, del que se ha hablado en artículos como éste); blogs de enfermeras como CodeBlog; blogs de asociaciones de pacientes, como éste de diabéticos; o hasta blogs sobre el uso de PDAs en el desarrollo de la profesión… El nivel de desarrollo, paralelo al de cualquier otro campo, sigue una curva de difusión clásica: al principio, los blogs eran típicos de techies, de personas del mundo de la tecnología. Pero progresivamente se extienden a cualquier otro colectivo, profesión o industria, y la Medicina, por supuesto, no iba a quedarse fuera de esta faceta.

Imaginemos la influencia de un médico o grupo de médicos de prestigio, por ejemplo, que publicasen un blog sobre temas de interés en la profesión. Bien alimentado regularmente, se convertiría en breve, seguramente, en un referente para otros médicos, pacientes, administradores… Como cualquier blog, es una palestra abierta a quien uno quiera. Los blogs de asociaciones de pacientes, por ejemplo, pueden convertirse en cosas que van desde el peor consejero para neuróticos e hipocondríacos de todo tipo, hasta en buena referencia para pacientes bien informados, pasando por todo tipo de situaciones intermedias. Mantener, por ejemplo, la credibilidad de un médico que prescribe un tratamiento determinado cuando un blog muy reputado afirma que dicho tratamiento es obsoleto podría convertirse en un verdadero reto para un profesional. Pero el mayor error sería intentar regularlo, porque simplemente no es posible, no va a ocurrir.