Tres noticias interesantísimas que conviene conectar entre sí: por un lado, los «activistas musicales» de Downhill Battle (nunca mejor puesto el nombre…) lanzan una iniciativa para programar, por supuesto en modo abierto (GPL), una aplicación que permita montar redes peer-to-peer con tus amigos y conocidos a través de redes de Instant Messaging (IM integrated, trusted P2P). Piden donaciones económicas, y aportaciones de programadores que quieran colaborar. Y sabemos por anticipado, por el color que suelen tener este tipo de cosas, que la iniciativa va a prosperar, y rápido. En muy poco tiempo estaremos intercambiando canciones con amigos, conocidos y amigos de amigos (Friend Of A Friend, FOAF) a través de un medio que el acoso judicial no podrá parar (aunque por supuesto no faltará quien pretenda imponer un estado policial para conseguirlo). Vale la pena echar un vistazo a la página de Downhill Battle y examinar las razones que esgrimen para hacer una cosa así.
Pero el contrapunto perfecto a la noticia viene vía BBC News: una carta del responsable de un servicio de descargas de música de pago a la industria fonográfica descubre un interesante pastel: una gran cantidad de anunciantes están financiando anuncios publicitarios en redes P2P ilegales, debido a su gran popularidad y a la alta rentabilidad que estos anuncios tienen de cara a su público objetivo.
«Advertisers probably pay a lot less for putting ads here than on more respected sites and they are reaching the perfect target audience (…) If you put the legality issues aside, not to advertise here would mean missing out on a valuable audience (…) Peer-to-peer clients offer big brands a unique opportunity to engage with their customers where they’re most comfortable: at their desks interacting with their favourite digital media»
Así, bancos como NatWest o First Direct, compañías y servicios de telecomunicaciones como Vodafone, O2, OneTel o NTL, y hasta automóviles como Renault pagan anuncios en redes P2P como eDonkey, KaZaA o Grokster, posibilitando que estas empresas obtengan ingresos que les permitan continuar su actividad.
Y, para terminar de rematar llega el líder de un grupo musical (vía Wired), abandona a su discográfica, pone su música en Internet, dona el dinero que le envían sus fans a Médicos sin Fronteras, y aún gana lo suficiente en conciertos y venta de discos como para vivir decentemente. Y además, se destapa con lindezas como:
«We live in a connected world now. Some find that frightening. If people are downloading our music, they’re listening to it. The internet is like radio for us. I don’t believe every download is a lost sale (…) Stop trying to treat music like it’s a tennis shoe, something to be branded. If the music industry wants to save money, they should take a look at some of their six-figure executive expense accounts. All those lawsuits can’t be cheap, either»
¿No es interesante? Por un lado, mejores y más seguros métodos para intercambiar contenidos digitalmente. Por otro, empresas de toda la vida financiando las redes que ya hay. Y en tercer lugar, músicos que empiezan a demostrar que existen vías alternativas. Estamos sin duda ante una nueva frontera en la historia de la economía, a punto de demostrar de manera fehaciente que bajo las condiciones actuales, un sistema basado en las restricciones como valor fundamental ya no es posible ni tiene sentido. La bola que un día quisieron parar con tácticas estúpidas y atentados contra el sentido común se ha convertido en una bola de nieve descomunal. Ahora paradla, a ver si podéis…
No entiendo de qué manera se lleva a cabo eso que dices de financiar las redes p2p. En la red ed2k, por ejemplo, ¿dónde se ponen los anuncios? ¿En el software? ¿En las páginas de p2p?
Digo esto porque precisamente la red ed2k en sí misma no necesita financiación, ya que la constituyen millones de usuarios con sus líneas de banda ancha, pagadas religiosamente.
Sin eDonkey2000 la red ed2k sigue estando ahi (eMule, etc.). Financiar el programa no es financiar la red, al menos en ese caso.
Tenemos un ejemplo hispano de esto último. Lo conté en Música sin ánimo de lucro y hablaba de Non profit music.
Enrique, no entiendo la primera parte de la noticia, porque ya da por supuesto que con la extensión del Gaim, la gente se va a dedicar a compartir obras sin la autorizacion de sus titulares. Muy bien, pero ¿por qué? Este es quizá el problema de una legislación que condena la tecnología.
¿Por qué esas pequeñas redes p2p, no pueden ser para ocmpartir obras que están pensadas para ser compartidas, como un vídeo de las vacaciones con los amigos, una maqueta de música, un libro o ensayo sobre lo que sea?
Quizá el problema de más grave de convertir las infracciones de los derechos de autor en delitos públicos (en que se persiguen sin necesidad de denuncia por parte de los afectados) es que la âÂ?Â?propiedad intelectualâÂ?Â? es un sistema de protección útil para un porcentaje probablemente muy pequeño del total de las obras creadas. Aunque sea la opción legal por defecto.