Lo ví en CNN, en Slashdot y en BoingBoing… un texano («don’t mess with Texas», decían por allí… ahora ya lo entiendo) ha tenido la idea de gastarse diez mil dólares en montar un rifle del calibre 22 controlado por una aplicación que permite manejarlo a través de Internet. Ahora, pretende soltar animales en la finca, y que un cazador desde el sillón de su casa pueda liarse a tiros. Cada cierto tiempo, desconecta el sistema (digo yo, porque si se le olvida, los tiradores podrían disparar a los verdaderos animales, a los de dos patas), recoge los cuerpos, manda las cabezas al taxidermista y la carne a donde corresponda. Es, como dicen en BoingBoing, el AKP, Animal Killing Protocol…