Cada vez van apareciendo más modelos emergentes en la industria de la música para hacer frente al imparable aumento de las descargas en redes P2P. La última iniciativa que he visto se llama Weed, y responde al modelo de «play, play, play… PAY«, es decir, poder reproducir la canción tres veces y tener que pagar a partir de ahí, momento en el que además obtienes derecho a grabarla en cualquier soporte, etc. Pretende además el establecimiento de un modelo viral, en el que una persona pueda ofrecer descargas en su página de música seleccionada, y sometida al mismo esquema.
No me parece para nada cómodo, la verdad, además de que, como todo este tipo de modelos, permiten la trampa de manera bastante obvia. Pero en cualquier caso, la innovación es buena, y si viene en una industria tan caducada y tan poco acostumbrada a ella, mejor que mejor. Todo sea por dar ideas. En algún momento, los verdaderos protagonistas de la historia, los músicos, espabilarán y se pondrán a buscar sus propios modelos de negocio válidos para el nuevo panorama. Para algunos serán los conciertos y galas, para otros las páginas web propias con descargas autorizadas a cambio de algo, para otros el merchandising… dudo mucho que veamos un único modelo, por lo menos durante un tiempo. En algún momento, digo yo, llegará la innovación por parte de los artistas, más o menos aconsejados por actores diferentes a los que los ha aconsejado tan mal hasta ahora. Pero por el momento, tendremos que aguantarnos con sus patéticos lloriqueos ante el estamento político que toque – que como además no tiene ni idea de lo que va la fiesta, se limita a poner sonrisa tonta y reforzar leyes que van en contra de los derechos de sus ciudadanos y del más elemental sentido común.