Impresionante ejemplo de posicionamiento tecnológico/cultural: un teléfono móvil de LG dotado con GPS que cinco veces al día avisa del Adhan, la llamada a la oración, y señala la dirección de La Meca. Por si no hay cobertura GPS en el sitio en el que estás, también incorpora una brújula. A esto se le llama tener sensibilidad con el mercado al que te diriges…
Es un ejemplo increíble de orientación al cliente. Por cierto, nada descabellado cuando LG está considerando un mercado potencial de 300 millones de clientes sólo en Oriente Medio, según la propia LG (http://www.lge.com/ir/html/ABboards.do?action=read&group_code=AB&list_code=PRE_MENU&seq=3179&page=1&target=pressreleases_read.jsp).
No conocía este modelo, sino su predecesor, el LG- G5300 y lo había utilizado como ejemplo un par de veces en clase. Pero leyendo el post de Enrique y a la vista de la ‘evolución’ entre los dos modelos (G5300 y F7100, el nuevo) hay un detalle interesante que creo que merece la pena ser tenido en cuenta:
La idea de LG al lanzar este modelo era la de actualizar el anterior de acuerdo a lo que se le pide hoy en día a un buen terminal. Así pues el nuevo modelo incluye (cito de la referencia de Enrique): soporte para aplicaciones Java, MMS, EMS, organizador personal, calendario, reloj, alarma, hora mundial, conversor de moneda, calculadora, agenda, juegos y pantalla de 65K colores. Dejando de lado pequeños detalles como Bluetooth y similares, parece que lo tenga todo. ¿Nadie echa nada en falta?
La cámara. ¿Qué terminal hoy en día no la tiene? Tal vez se pueda explicar mejor después de leer algo como esto (http://www.elmundo.es/elmundo/2004/09/30/sociedad/1096568548.html). Y es que, a pesar de encontrarnos en un mundo cada vez más globalizado, los factores culturales y regionales son cada vez más tenidos en cuenta. O tal vez sea por eso (marketing dixit).