Enrique Dans

Decididamente, no son lo mismo. El Instant Messaging (IM) no cuesta nada más allá de la conexión. El SMS es, en relación con el coste que representa para la operadora, una estafa miserable. Uno permite interactividad inmediata con la otra persona, el otro la hace bastante aparatosa. Y sin embargo, yo hace un montón de tiempo que intento combinar ambos medios, y parece que, en efecto, la frontera entre ellos se está reduciendo. Veo vía Smart Mobs una referencia a un estudio de Pew sobre IM que ya habíamos referenciado por aquí, que afirma que 53 millones de adultos utilizan activamente IM en los Estados Unidos, y revela además que un 15% de esos usuarios han enviado además mensajes a dispositivos móviles. Con ello concluye, de manera bastante lógica, que existe una correlación positiva entre una cosa y otra, es decir, que cuanto más utiliza IM una persona, más lo utiliza «on the go«. Es decir, que IM parece estar moviéndose hacia los dispositivos móviles, como indica este interesante artículo del International Herald Tribune: «The mobile medium is the new instant messaging tool«. Al incluir mensajes ilimitados en los esquemas de pricing de móviles, la tendencia parece indicar, en efecto, una covnergencia entre ambos temas. Si estoy delante de un ordenador, uso mi IM para indicar donde estoy, preguntar algo, etc. Pero si no tengo un ordenador delante, lo hago vía SMS o medios afines ligados a dispositivos móviles.

¿Que quiere el usuario? Un sistema ubicuo y lo más independiente del dispositivo que se pueda. No será necesariamente igual para todo el mundo, lógicamente, pero parece claro que hacia eso nos dirigimos. O al menos, eso intentamos.