Ya estoy de nuevo por aquí, con algo así como un millón de cosas que contar y sobre las que escribir. La conferencia esponsorizada por Ernst&Young y Computer Associates dentro de los actos del Prêmio Empreendedor do Ano fue francamente bien, y conocí además a algunas personas de las que realmente vale la pena conocer, con ideas interesantísimas en fases diversas de desarrollo. Probablemente fue por la situación de privilegio en la que me encontraba – dar una charla ante, entre otros, los nominados al premio y después asistir a la entrega en primera fila – pero me dio la impresión de que, decididamente, algo se mueve en Brasil. En términos de vocación y cultura emprendedora, y por conocimiento de la Red (en ambos foros en los que estuve el nivel de sensibilización con los temas de los que yo suelo hablar me pareció altísimo) me ha parecido un país con un potencial impresionante.
Y además, mi amigo Newton me llevó de paseo por São Paulo, y pude hacer fotos como ésta, con un edificio de Oscar Niemeyer (el arquitecto de Brasilia) en primer plano, tomada desde el restaurante más alto de la ciudad, el Terraço Itália.