Vía IBLNews, el Ayuntamiento de Barcelona ha visto como la CMT le cerraba su WiFi, a pesar de que ésta sólo daba acceso a páginas de la propia administración local. La CMT exige al Ayuntamiento que se constituya en operadora y que opere el sistema sin recurrir a dinero público.
La popularidad de la CMT está alcanzando los niveles más bajos desde su creación. Es asombroso como una institución que tendría que velar por el desarrollo del mercado de las Telecomunicaciones y de la sociedad de la información en España se erige en defensora de las operadoras y su negocio, incluso cuando éstas mantienen esquemas de precios claramente restrictivos en comparación con otros países de nuestro entorno. Por culpa de la CMT tenemos que comernos una estructura tarifaria de acceso a la red más cara que la de los países que nos rodean, y además no podemos esperar que ninguna institución con interés en el desarrollo de dicha sociedad de la información intente mejorar la situación, aunque pague la factura.
Lo interesante sería pensar en lo siguiente: ¿qué ocurriría si, siguiendo el ejemplo de lo ocurrido en la industria de la música, los ciudadanos se pusieran de acuerdo para organizar el equivalente a un P2P inalámbrico, al estilo de iniciativas como NYCWireless o MadridWireless? Sencillamente, que según el nuevo Código Penal, que entró en vigor el pasado 1 de octubre, castigarían hasta con dos años de prisión a quien facilitase el acceso a servicios interactivos prestados a distancia por vía electrónica o suministrase el acceso a los mismos. Por tanto, la CMT empezaría a plantear demandas a diestro y siniestro y a perseguir a pacíficos ciudadanos individuales por dejar abierta su WiFi. Seguramente, lo acompañarían con la correspondiente campaña mediática tildando de piratas a los usuarios, e incluso, ¿por qué no?, barajarían la idea de imponer un canon para financiar a las operadoras, que se haría efectivo en la venta de dispositivos inalámbricos.
¿Os suena de algo?
elpais.es hace referencia en portada a esta misma noticia. Aprovechad para leerlo, que hoy el acceso es libre.
Hombre, lo que pasa es que tiene un poco de truco toda esa argumentación.
Sabes perfectamente que el mercado de las telecomunicaciones está regulado. Precisamente para que se desarrolle la competencia. Podríamos discutir si es conveniente o no esa regulación pero esta sería otra cuestión.
De manera que partiendo de que está regulado y que por tanto existen unas reglas para entrar y permanecer, pues las debería cumplir todo el mundo, incluido el Ayuntamiento de Barcelona. Si en esas reglas está fijado el precio de algunos servicios, pues también debería cumplirse por el Ayuntamiento de Barcelona.
Por otro lado, no creo que la función de un Ayuntamiento sea la de competir con empresas privadas y encima con dinero público. Salvo que se declarase como servicio público prestado por el Estado el acceso libre a Internet, que todo podría ocurrir. En este caso, subirían bastante los impuestos.
¿No nos quejamos de RTVE y de su doble financiación, que no impide su abultado déficit, compitiendo con total deslealtad con las TVs privadas? Pues eso.
No estoy totalmente seguro de que el culpable del diferencial de precios con Europa de nuestra red de acceso sea la CMT. Aquí más bien, en mi opinión, la CMT es consecuencia y no causa. La causa yo diría que está más relacionada con la competitividad de nuestra economía.
Por último y sobre el altruismo de los ciudadanos me parece bien, siempre que lo hagan con bienes de su propiedad. Los servicios de acceso que prestan los operadores son en unas determinadas condiciones que aparecen en las cláusulas de condiciones del servicio.
Estas condiciones establecen que el servicio se presta al cliente en calidad de cliente final, no pudiendo revenderlo a terceros, incluido a precio cero, es decir, regalado.
Las condiciones podrían ser otras, pero son estas. Yo creo que todo el mundo entiende que uno no puede suscribirse a digital + y posteriormente ponerlo gratis en su restaurante ¿no? Pues lo otro es lo mismo.
En cualquier caso, yo también pediría que el Ayuntamiento de Madrid impartiese MBAs gratis y de calidad y a ser posible en la calle María de Molina. O mejor aún: que los alumnos del IE abran las puertas de las clases, en plena clase, para que todos podamos asistir.
Un saludo de un ex-alumno tuyo que siempre encontró tus clases interesantísimas y que no trabaja en la CMT.
Por lo que he podido leer, creo que en Expansion de ayer, desde los espacios Wifi del Ayuntamiento de Barcelona, solo se podía acceder a ciertas webs institucionales y era por eso precisamente que habían creado la red, que sería lo mismo que poner ordenadores públicos en cuatro esquinas de la ciudad.
Aunque desde luego estan incumpliendo la norma, no creo que sea tan grave la cosa.
Entiendo que hay leyes y contratos que cumplir, pero también veo que el tema del wireless en las ciudades va más allá de la idea de competencia: estamos hablando de evolución social.
Todos estamos convencidos de que la sociedad se dirige con rumbo fijo hacia una conectividad omnipresente y total, es algo que no se puede detener. Y un proyecto de tal envergadura, bajo unas condiciones que habría que definir, sólo puede concebirse (al menos hoy por hoy) desde su origen público. No tiene ningún sentido que para cada una de las distintas ciudades tuviésemos que pagar, en el caso de que hubiese que pagar, a un operador distingo. El mero trámite desvirtuaría la idea de conectividad total.
Además, pensemos en el caso de que tengan que ser los operadores actuales los que prestasen ese servicio. ¿Alguno de los operadores dominantes estaría dispuesto a hacerlo? ¿Tiene incentivos para ello? Pensar, sin ir más lejos, que Telefónica, Vodafone y Auna están impulsando ahora sus tarjetas 3G/UMTS. ¿Aún no han comenzado a rentabilizarlas (y lo que tardarán) y ya queremos pedirles WiFi a sus filiales de Internet?
Me parece estupendo que la CMT ‘cumpla’ con su misión. Pero, ¿no estaría cumpliendo también con su misión si en lugar de prohibir a ayuntamientos obligase a compañías?
¿Y si la comunidad inalámbrica se constituye como, por ejemplo, asociación sin ánimo de lucro y contrata la interconexión con la red de redes donde se permita la distribución del recurso contractualmente?. Por ahí es por donde va la gente últimamente.