Este artículo en NewsForge explica muy bien el concepto de SenderID, una de las ideas que se barajan en la Internet Engineering Task Force (IETF) para poner freno al spam. En lugar de una solución de las llamadas «diagonales», consistentes en examinar de alguna manera el contenido del mensaje para determinar de manera eficiente lo que es spam y lo que no (campo en el que se están aplicando tecnologías muy interesantes, como vimos aquí) , el SenderID es una tecnología «frontal», que ataca el problema directamente en su origen. Dado que la mayoría del spam se origina en direcciones falsas de e-mail, lo que la iniciativa pretende es que sea necesaria una identificación válida como remitente para poder enviar un mensaje. En el caso de que el spam se originase en una dirección válida, lógicamente, se podría actuar en consecuencia contra su propietario. Resulta interesante, aunque, como avisan algunos, no es tampoco la panacea universal.
Pero además del interés de la iniciativa en sí, su puesta en marcha nos está brindando la posibilidad de presenciar otra tendencia interesante: la idea de SenderID proviene de Microsoft. Sin embargo, Microsoft sabe perfectamente que necesita un consenso lo más amplio posible para poner una cosa así en marcha, de manera que, además de llevarla a la IETF para su aprobación, se esmera en conseguir el respaldo de los colectivos de influencia en la Red. Y dos de los más destacados son, precisamente Debian Project y Apache Software Foundation, que se oponen al proyecto de Microsoft por llevar aparejado un tipo de licencia contra el cual dedican, precisamente, sus esfuerzos a luchar. Si tu razón de ser y existir es abogar por el desarrollo de software libre, de código abierto, no sometido a copyright y sobre el que se puedan introducir modificaciones, sería un absurdo conceptual apoyar una iniciativa proveniente de Microsoft y consistente en código propietario.
¿Qué hacer en un caso así? En la actitud anterior (o actitud Ballmer, como vimos ayer), Microsoft decidiría tirar por la vía de en medio: aquí tengo una solución que puede detener el spam, voy a hacer lobby e intentar imponerla contra el criterio de esa «gentuza», ese «cáncer para la sociedad» que son los partidarios del software libre. Sin embargo, en la actitud actual (marcada por un hombre menos «pasional» y más reposado como Taylor, Microsoft propone un retorno a la mesa de negociaciones, e incluso especula con liberar SenderID bajo algún tipo de licencia de código abierto que permita que sea apoyado por los partidarios de GPL y Open Source. No es la primera vez que Redmond se plantea liberar código, y el hecho marcaría una interesante tendencia de aprendizaje de la empresa.
¿Será, lisa y llanamente, que Internet ha impactado otro sector más? Hoy vemos casi natural que el sector de la música haya cambiado, como lo han hecho antes el de los libros, los viajes, la banca, las subastas, o, mucho antes el del transporte en diligencia o el de las barras de hielo. ¿Por qué no iba la aparición de Internet a cambiar el sector del software? Al disminuir drásticamente los costes de coordinación y comunicación, resulta mucho más eficiente producir código en un mercado colaborativo que hacerlo en una jerarquía corporativa, como ya comentamos aquí previamente. La postura más inteligente, por tanto, de una empresa como Microsoft, sería experimentar con el código abierto y buscar nuevos modos de generación de valor, tal vez ligados a otros elementos en la cadena: servicio, integración, contenidos, dispositivos… algo todavía inexplorado pero que promete un desarrollo conceptual rápido. ¿Una Microsoft diferente y adaptada a un nuevo panorama? ¿No parece más razonable que un hipotético escenario apocalíptico de un Redmond en ruinas humeantes?
Enrique, veo que te estás preparando para recibir a Taylor :-)
Seguro que a tus lectores se les ocurren preguntas para la sesión del 29 de septiembre.