Skype se hace mayor, cumple un añito y se pone la corbata. El software que comentamos aquí hace ya bastante tiempo, y a cuya rapidísima viralidad algo debo haber (modestamente) contribuido tras mencionarlo en variadas páginas, artículos, blogs y conferencias, lleva la friolera de «22,216,750 downloads and counting…«, y ha sido analizado con muy buenos resultados en el New York Times (requiere suscripción gratuita). Por la pinta, es el artículo que ha debido motivar a Guillermo Rodríguez, en Libertad Digital, a probarlo y escribir sobre ello. Y aquí tenéis una carta de Niklas Zennström, uno de los fundadores, agradeciendo cariñosamente la atención recibida.
El tema requiere una atención importante. Primero, por el desafío que supone a un modelo de negocio establecido desde hace más de cien años: la telefonía convencional. Sólo con ese elemento, por supuesto, ya es suficiente para «emocionarme» a mí, dada mi pasión por estudiar la mecánica de los efectos de la tecnología sobre empresas y personas, como una nueva tecnología es capaz de reingenierizar y alterar la cadena de valor de todo un sector de la actividad económica. Apasionante. Pero además, resulta interesantísimo pensar en el modelo de creación de valor: probad a mencionar Skype en una clase, y de manera casi invariable, obtendréis las mismas miradas de incredulidad, las mismas caras de «show me the money«, de «sí, veinte millones y pico de usuarios, pero… ¿de qué vive esta gente?». Sin embargo, la evolución del tema no deja lugar a dudas: Skype quiere ganar dinero, y avanza en ese sentido con la creación del SkypeOut, un sistema mediante el cual puedes depositar dinero en tu cuenta y llamar desde Skype a teléfonos convencionales… como decía el artículo de NYT y también cita Guillermo,
«I started with 10 euros. After my wife talked to her sister in Italy for a half-hour and I made one quick call to the Philippines and five more within the United States, we still had 9.10 euros left».
Además, Niklas menciona que la compañía seguirá trabajando en el desarrollo de servicios de valor añadido, que veremos próximamente. ¿El truco? Apalancar el efecto red. Esta aplicación, además de ser, como dicen, «una tecnología disruptiva», tiene un poder viral completamente imparable. Cuatro años después de haber recoger el testigo de Shawn Fanning con Napster y de haber causado una conmoción en el sector de la música con KaZaA, experiencia de la que han aprendido sin duda mucho, Niklas Zennström y Janus Friis han querido «agitar» otro sector de la actividad económica. Como dice en Fortune (9 de Febrero de 2004) Michael Powell, Chairman de la FCC,
“I knew it was over when I downloaded Skype. When the inventors of KaZaA are distributing for free a little program that you can use to talk to anybody else, and the quality is fantastic, and it’s free – it’s over. The world will change now inevitably».
Y ahí estamos, presenciando lo que será otro cambio estructural de esos que antes había que vivir siglos para poder ver así…
Acabo de bajarme la nueva versión de Skype para Pocket PC. ¡Ya se pueden hacer llamadas a números fijos! Lo siento por Telefónica…