Espléndido y polémico artículo de Pepe Cervera en El Navegante sobre el anuncio del ayuntamiento de Philadelphia de realizar una inversión de diez millones de dólares para facilitar cobertura WiFi en todo el territorio municipal. Pepe se plantea, con gran acierto, qué ocurriría si Philadelphia estuviese situada en España y bajo la jurisdicción de la Comisión del Mercado de las telecomunicaciones, CMT: su ayuntamiento sería sancionado simplemente por proponerlo.
Entramos así en un absurdo conceptual: un ayuntamiento, que en teoría debe velar por la calidad de vida de sus ciudadanos, es sancionado por intentar darles acceso a Internet, algo que sin duda mejoraría sus posibilidades de acceso a la información, su cultura media, y hasta las notas de sus niños en el colegio. La experiencia de Atarfe ha sido suficientemente traumática como para que este nuevo papel que la CMT se ha arrogado de defensa de los ingresos de las empresas de telecomunicaciones clásicas y de organismo que actúa en contra de la innovación haya calado hondo. Ahora tenemos una CMT que ya no le resulta simpática a nadie.
Dentro de poco tendremos algún tipo de google bombing contra la CMT.
Por cierto, cuenta Daniel Herrera en Libertad Digital que
…los monitores planos capaces de recibir la señal digital DVI se usan sobre todo para ver películas y deben, por tanto, ser clasificados con el arancel reservado para la «electrónica de entretenimiento», un 14%.
Aquí está el link al artículo.
Pablo,
Me parece buena idea. ¿Con qué palabra asociamos la CMT? ladrones ya está cogida :)