Es un debate interesante, sobre el cual SmartMobs publica hoy este interesante post. El sucesivo avance de los dispositivos de conexión, con aparatos como el varias veces comentado BlackBerry, permite una conectividad prácticamente constante, de manera que los mensajes aparecen o bien de manera síncrona (en el momento en que son enviados, más los posibles retrasos causados por algunos servidores de correo) o en pequeños lotes periódicos, pero con una sensación de sincronía muy superior a la existente en los tiempos en que teníamos que localizar una conexión para poder, de manera activa, acceder a nuestro e-mail.
Lo verdaderamente interesante no es el avance de la tecnología en sí, sino sus efectos en quienes la utilizan: para algunos, el BlackBerry es «la forma de hacer incómodamente síncrono un medio que era cómodamente asíncrono». Para otros, es un acceso superior a la información, que tampoco obliga a contestarlo en el momento. Para un tercer grupo, se convierte en una obsesión enfermiza que les hace estar más pendientes de la pantalla del aparatito que de los coches que pasan por la calle que intentan cruzar. Yo no lo he experimentado todavía, mis contactos con el BlackBerry han sido hasta el momento breves, con los dispositivos de un par de amigos, pero creo que me moveré entre el grupo dos y el tres, siguiendo mi personalidad y conducta habitual (después de todo, mis amigos se dividen entre los que admiran mi «tenacidad bloggera» y los que piensan que estoy obsesionado, soy un loco peligroso, un adicto o un «blogotoxicómano») . Pero lo que resulta evidente es que el always-on es una tendencia imparable (y, para mí, muy deseable), que el BlackBerry y dispositivos afines nos acercan más a ella, y que vivir en conexión permanente es algo a lo que nos tendremos que acostumbrar tarde o temprano. Hoy, por ejemplo, nadie se enfada cuando tardas unas horas en devolver un e-mail, pero… ¿que ocurrirá cuando todo aquel que envía un mensaje sepa que éste es recibido de manera inmediata? Es un cambio en el protocolo o netiquette que sin duda afectará a nuestra forma de «vivir la Red», de relacionarnos, de interactuar. Para mí, algo enormemente positivo que llevo tiempo deseando tener. Para otros, no tanto. Pero… ¿qué más da? Como todos los cambios tecnológicos, te guste o no te guste, vivirás con ello.
Soy usuario de Blackeberry desde hace varios meses.
Personalmente creo que el paso al email «sincrono» es tan malo como el paso del telefono fijo al movil.
Es positivo poder leer el correo en cq. sitio (como lo fue poder estar localizable por telefono siempre que querias, estuvieses donde estuvieses), pero el que se espere que leas y contstes los mensajes segun los recibas NO (como no lo es que te llamen a una cena peronal a las 22:00 horas «porque siempre estas localizable ¿no?»).
Habra que ponerle autolimites y asi hacer que la tecnologia sea solo positiva.
Toda tecnología es buena… lo que es malo es el uso y abuso que hacemos de ella. Personalmente, mientras estoy trabajando, hay dias que repondo el correo de forma inmediata y otros que ni siquiera me acuerdo de mirarlo durante horas…..
En cada cual esta saber respetar la libertad de las personas y yo aplico esta máxima: «si a mi hay horas en las que no me gusta que me molesten seguro que a los demas tampoco» (salvo excepciones).
Y como es de general conocimiento, todo dispositivo dispone de alguna forma de hacerlo silencioso, incluso de apagarlo o desconectarlo….
Como he dicho antes, la tecnología es buena si se sabe usar.
Opino igual que el remitente del anterior comentario, yo soy usuario de BlackBerry y para mí hoy es una importante y casi fundamental herramienta de trabajo, de toma de decisiones, de posicionamientos…
Pero no invade mi privacidad ni mis necesarias desconexiones fuera del trabajo… cuando necesito pensan en otros temas o simplemente dar una cabezadita en el AVE desconecto su conexión inalábrica a la red de Vodafone y ya esta. Cuando yo vuelva a estar en ON la conecto de nuevo y vuelta al trabajo.
Creo que es un gran invento el «always-on»,