Me pareció muy interesante este comentario en Linotipo sobre el uso de la blogosfera para el seguimiento de opiniones sobre productos o empresas. En él, Víctor cita a Manuel Almeida, que «se escandalizaba» en Mangas Verdes por la progresiva mercantilización del mundo de los blogs.
La idea me parece bastante curiosa, próxima al idealismo: por un lado, queremos generar iformación, hacerla abierta y disponible a todo el mundo, «democratizar» la información. Pero por otro, nos escandalizamos porque aparece, y cito textualmente a Manuel,
«… una especie de programa espía que, sin nuestro consentimiento, chequea nuestras bitácoras e informa a las empresas sobre la opinión que tienen los autores de blogs o sus usuarios sobre la mercancía que ofertan.»
Desde que empecé a hablar de los blogs en clase, en Septiembre del 2002 (empecé el mío seis meses después), una de las ventajas que puse de manifiesto fue, precisamente, la sensibilidad que ofrecía a las empresas el disponer de un observatorio sobre las reacciones que sus productos podían provocar en sus usuarios, que ahotra podían cada vez más tener voz. Eso, por supuesto, puede tener cosas buenas y malas, pero yo insistía mucho en que había que verlo como oportunidad, no como amenaza. Entre otras cosas, claro, porque como todas las revoluciones tecnológicas, era completamente inevitable. Por supuesto, si uno quiere tener un blog privado, puede hacerlo. Yo tengo más blogs además de este. Por ejemplo, uno con mi material y artículos sobre CRM que utilizo en algunos cursos, otro que probé en un curso como blog colectivo, otro de prueba que hice cuando descubrí TheSpoke…
Pero claro, que tu blog sea privado disminuye radicalmente su impacto, su componente de ego-boosting, su capacidad como «tribuna de orador» en el Speaker’s Corner virtual. Ahí es donde veo el idealismo en el comentario de Manuel. Querer hablar en un entorno libre, bohemio y vanguardista, pero, a la vez, queriendo que si es una empresa quien quiere oírte y usar la información que le brindas, te tenga que pedir una especie de permiso, me parece que son ingredientes que no mezclan bien.
Considero que el «pulsar la blogosfera» es hoy, para una empresa, tan importante como tener un clipping de prensa que le proporcione lo publicado sobre ella, su competencia, etc. Es tener no sólo la información «oficial», sino, además, acceder a eso que se llamaba antes «el run-run del parqué». Otra cosa es si lo complicas, y empiezas a recibir «influencias dudosas o no tan dudosas» acerca de sobre qué temas sería «interesante» que posteases. Pero eso no es nuevo, ya pasaba con la prensa convencional, y no nos sorprendía en absoluto.
Me temo que cuando se acepta entrar en el juego, hay que aceptar todas sus reglas.
Si relees el articulo original, la clave esta en el primer parrafo, vison ELITISTA que Manuel Almeida tiene de lo que debe ser un blog, como si solo el y sus amigos, que dicho sea de paso, estan muy por encima de los demas, tuvieran derecho a escribir un blog y ahora que eso ha llegado a la chusma se prostituye.
Perdona, Domenico, pero quien acaba de llegar a esto de la blogosfera soy yo. Y no sé cómo habrás podido sacar una conclusión tan demencial de mi artículo, especialmente del primer párrafo, en el que sólo hablo de lo que fueron los blogs en un principio. No estoy en contra de la popularización de los blogs, sino todo lo contrario, soy un ferviente defensor y promotor de ella como alternativa al pensamiento único y al poder de los grandes emporios de la comunicación. Por eso mis reparos a los que llamo blog business.
Igual debes aplicar lo que predicas y releerlo otra vez, con calma, sosiego, objetividad y lentes, si usas, claro.
He releido el articulo atentamente y puede que no haya interpretado correctamente lo que tu querias decir, pero esa impresion es la que queda depues de seguir el argumento del post, al menos para mi. El primer parrafo son todo elogios, «bohemia – chic – almas inquietas»… apartir del punto explicas el exito y como consecuencia de este su perversion o prostitucion y terminas con una pregunta mas amenazadora que inquietante.
Lamento haberte interpretado mal, pero cuando uno escribe publicamente, se arriesga a eso y mas :-))
Me alegro de que hayas cambiado tu impresión sobre el artículo. Vamos a ver: lo que planteo, de forma esquemática, es que el mundo de los blogs, que antes era cosa de tres (lo cual ni me agrada ni me desagrda, es simplemente lo que había) experimenta un desarrollo exponencial y a lo que parece imparable y que esto atrae sobre sí la atención de las grandes compañías y multinacionales. Luego presento un par de nuevas experiencias comerciales y explico mis reticencias hacia ellas.
Pero, vamos, te puede quedar claro que apuesto por la popularización. Incluso la defiendo frente a la comercialización, aunque tampoco mi postura es de censura absoluta hacia el mercado.
Un saludo :)