La ciudad de Nueva York vende el espacio en lo alto de sus farolas a compañías de telefonía móvil por unos módicos 21.6 millones de dólares al año. Afecta a 18,000 de las 200,000 farolas de la ciudad, y serán utilizadas para aumentar la capacidad de las redes. Uno de los ofertantes pretende, además, usarlas como puntos de acceso inalámbrico para la naciente generación de teléfonos móviles equipados con capacidades WiFi. El equipo que se ubicará en lo alto de las farolas aún se está diseñando, dado que tiene que cumplir con las exigencias de la comisión artística de la ciudad: ser discreto, pequeño, del mismo color que las farolas y sin logotipo alguno.
Mientras, aquí seguimos peleándonos porque las antenas producen cáncer y no las queremos en ningún sitio… ya, claro… y los trenes provocan, debido a su elevadísima e innatural velocidad, desplazamientos de las vísceras irreparables e incompatibles con la vida…
Hablando de Telefonía móvil y New York, curiosa campaña de m-marketing de Nike en la ciudad. Tal y como esplica Ricardo Figueroa (ex e-busienss IE 2002) en su blog, la campaña se asemeja a la isla del tesoro. Durante 4 días se crea un recorrido que a través de pistas SMS y pósters en la Gran Manzana, permite a los participantes Hallar respuestas para ganar como previo el estreno de productos NIKE Beta (precomercializados).
Original complementación de acciones online y offline!!!
Todavía no está estudiado a fondo, y por lo tanto demostrado, si las antenas producen o no efectos nocivos sobre el ser humano.
Mis ultimas informaciones (independientes, es decir, no patrocinadas por Nokia o Motorola, como muchos de los «estudios» que circulan por ahí) más bien se inclinan hacia lo peor, desgraciadamente.