El día 15 de Julio se cumplieron ocho meses de uso de Plaxo. Cuando empecé a utilizarlo, el 15 de Noviembre, utilizaba dos ordenadores: un sobremesa en casa y un sobremesa en la oficina, y portátiles variados cuando me iba de viaje. Las libretas de direcciones de mis ordenadores, mi teléfono móvil y mi PDA eran todas ellas diferentes y en variados estados de actualización, yo era perfectamente consciente de ello, y la cosa me acarreaba no pocas incomodidades del tipo «tengo que llamar a Fulanito, pero el número está en el ordenador de casa» (cuando no estaba simplemente pegado en un Post-it). Los portátiles eran «islotes» de información: únicamente me preocupaba de que llevasen los programas para conectarse, poder escribir y hacer presentaciones en condiciones.
Ocho meses después, uso tres ordenadores y una PDA, algunos diferentes, pero me he hecho perfectamente independiente de ello. Me da igual que dispositivo use, mi libreta de direcciones es la que es. La libreta de la PDA es la misma que la del ordenador de casa, del despacho o el Tablet. Falta el móvil, que es la siguiente batalla. El Tablet es , precisamente, donde más noto el cambio: ya no vive aislado, sino que me da acceso a la misma información que los otros, tanto de agenda como de correo o archivos. Y si uso un ordenador diferente, entro en plaxo.com, me identifico, y ahí está, en el mismo estado de actualización que en cualquiera de mis máquinas. Desde la última versión de Plaxo, la idea de la «actualización total» ya no sólo se refiere a la libreta de direcciones, sino también a mi calendario: una ojeada a plaxo.com me da mi calendario, con detalles sobre cada cita, igualito que en la agenda de Outlook. Si quiero que otra persona vea mi agenda para proponerme una cita, en cuyo caso puede que no quiera que vea el detalle de las que tengo puestas sino simplemente que esos huecos están ocupados, la/lo mando al Freebusy, el Servicio de Disponibilidad por Internet de Microsoft Office, donde hago «pública» mi agenda. Y si se trata de mi mujer, como tiene todas mis contraseñas, entra en plaxo.com y lo ve con más detalle (absteneros de comentarios al respecto, que mi mujer también lee mi blog :-)
¿Todo bonito? Ni hablar. Mi agenda tiene duplicaciones dobles o triples de muchos contactos, recibo actualizaciones constantemente de gente que no veo que haya cambiado nada en sus datos, y seguramente estaré «martirizando» igualmente a muchos de mis contactos que cada vez que les entra un nuevo plaxograma mío ya no sabrán si acordarse de mí o de mis familiares vivos y muertos. Ya no sé si borrar los contactos duplicados o no, porque cada vez que lo hago y me cambio de ordenador, Plaxo amenaza con enviar más actualizaciones, o volver a crear las fichas borradas, o hacer desaparecer las que no borré. Tratándose de un tema tan sensible como la información de la agenda, la cosa provoca cierta inquietud y un buen número de mensajes no deseados, lo que imagino fue parte de lo que hizo que el amigo Joi Ito se diera de baja hace cuatro meses. Para mí, el resultado neto es de estos ocho meses es positivo. A pesar de la «incertidumbre», no me ha vuelto a pasar algo que antes me ocurría constantemente, eso de necesitar un teléfono y no tenerlo a mano. Ha conseguido poner algo más de orden en mi vida, algo que valoro mucho porque mi vida es lo más desordenado que os podáis imaginar, y aunque tener fichas multiplicadas por dos o por tres es aberrante desde el punto de vista de uso de los recursos, francamente prefiero tener un dato duplicado o triplicado a no tenerlo. Y además, y esto no es poco, está el lado académico: tengo un par de artículos escritos sobre Plaxo, varias transparencias que uso en mis clases y que ilustran como nada la Ley de Metcalfe, y ahora hasta un embrión de caso práctico desarrollado por un muy buen alumno, caso que espero completar a la vuelta de verano con entrevistas a los creadores de Plaxo. Los problemas puntuales me imagino que los irán arreglando con el tiempo, y a mí, aunque sea como learning experience, me ha valido la pena.
Mucho más que hace ocho meses, mi información vive en la Red, y el dispositivo que utilizo para acceder a ella es simplemente eso, un dispositivo de los muchos que podría usar. Y Plaxo (y Gmail, pero de esto hablaremos en otro momento), han tenido una gran influencia en ello.
Estoy de acuerdo contigo, me pasa lo mismo con los contactos duplicados. Espero que la próxima versión de Plaxo lo remedie.
Por cierto, si vas a entrevistar a los creadores, ¡pídeles que hagan una versión en español! No todos mis contactos hablan inglés y por esa razón no lo usan…
Estaba buscando como organizare mi agenda..desde ahora lo haré con plaxo!
Gracias por el dato dans;)
parece en base a tu comentario que definitivamente plaxo es el siguiente nivel en plataformade negocios pero yo todavia no lo controlo al 100% pues a cabo de entrar pero teniendo esa informacion porque no hacer la evaluacion comparativa de por lo menos 4 o tal vez mas portales de negocios yo estoy por lo menos con xing,viadeo de alla y linkedin y plaxo de USA y las diferencias son evidente pero voy a tener que usarlas para definir sus ventajas porque no nos ahorras algunos meses y nos das el comparativo,te agradeceriamos enormemente creo que muchos de tus lectores.Saludos