La verdad es que es una sensación muy curiosa. El tipo de conexión del que dispongo en este hotel hace que, lógicamente, tienda a dejar el PC encendido y conectado todo el tiempo, exactamente igual que el de mi casa o el de mi despacho. ¿Resultado? Estoy en Miami, a exactamente siete mil ochenta y siete kilómetros de Madrid, pero sigo leyendo y contestando los mensajes con la misma regularidad (or lack thereof) que cuando estoy allí, viendo quien entra y sale del messenger, echándome parrafadas escritas o habladas con mis amigos, mi hija, mi mujer o mi padre… como si no me hubiera ido, como si no estuviese a seis horas de diferencia. He entregado trabajos, respondido a preguntas de un periodista, contestado mensajes, y hasta adelantado cosas que no esperaba adelantar.
Muchas de esas cosas, además, las he hecho en multitarea. Los que me conocen saben que soy lo menos multitarea que existe, que mi cerebro alberga como mucho un 286 de los antiguos. Sin embargo, una simple conversación en messenger con tres ventanas abiertas proporciona una sensación curiosa de «brain on steroids«, de cosa que no podría llevar a cabo si tuviese a esas tres personas delante de mí (tres conversaciones independientes son imposibles de llevar a cabo en persona o por teléfono), pero sí puede hacerse a través de messenger, aunque no sea lo más recomendable.
Por un lado, muy bien. Todo un alarde de productividad. Por otro, muy mal. Mi cámara de fotos yace inmóvil en la mesa de la habitación, sin salir de su funda. No he salido por Miami, he ido de la Universidad al hotel, no he hecho prácticamente ninguna de las cosas que me apetecía hacer aprovechando que estaba aquí. Como tenía un día muy ocupado, he tenido un día muy ocupado, independientemente de la distancia. Si alguien supervisase mi trabajo en el Instituto diría seguramente «muy bien, tenía que trabajar, y estar en Miami porque tiene que dar unas clases allí no debería ser una excusa para ser menos productivo». Pero no sé, no me parece bueno «desvirtuar la distancia» de una manera tan brutal…
… vaya que dependencia eh!!!
Enrique, con un mundo tan ‘enredado’, esto de las distancias se hace aun mas relativo ;-) Para los que estamos en este lado del Atlantico, en la Capital del Sol (Miami), solo venis por clases o habeis organizado alguna otra actividad fuera del MBA? Por lo de escuchar a ‘los profes’, sabes? Ah!, y que uses la camara antes de regresar. Salu2.
Por clases, es el segundo período presencial del International Executive MBA, el programa online. Estamos en Miami University, en Coral Gables. Venimos todos los años, para mí es el segundo.