Como bien sabían todos los ingenieros y personas con un mínimo de cultura en telecomunicaciones, las «radiaciones» del móvil no interfieren los aparatos de navegación de los aviones, como se han hartado de repetirnos las azafatas y grabaciones del principio de cada viaje. Es interesante ver como algunas restricciones en el uso de tecnologías emergentes, en realidad, provienen de supersticiones, creencias y cuentos de viejas… como cuando en el XIX surgió aquella enconada resistencia al ferrocarril afirmando que «aquellas desmesuradas velocidades» traerían problemas de salud, desplazamiento de órganos, malformaciones, etc. porque el cuerpo humano no estaba diseñado para ellas…
Esto de poder usar el móvil en el avión traerá cola… de servicios y aplicaciones. Se me ocurre que operadores y compañías aéreas podrían ofrecer, entre otros:
1 Posibilidad de avisar de retrasos en la llegada al hotel.
2 Posibilidad de hacer reserva de vehículo en el último momento.
3 Pagos vía móvil de:
– Planos y guías digitales de ciudades destino
– Juegos
– Prensa
– Duty free
– Viandas
– Etc.
5 Envío de datos para transbordos
6 Envío de información del pronóstico del tiempo, direcciones y teléfonos útiles, etc.
7 Recepción de ofertas (limitada y con incentivo en forma de bonificación en el precio del billete): espectáculos, restaurantes, ss financieros, etc.
Además están las utilidades que encontrarán los usuarios:
1 Intercambio de datos entre viajeros (música, vídeos, etc.)
2 Postear desde lo alto, navegar, enviar correo.
3 Toothing
http://enriquedans.com/archives/archives/2004_03_01_edans_archive.html#108049580253314345
4 Contacto con miembros de redes sociales, etc, etc.
Lo dicho, que si nos ponemos a pensar salen un montón de cosas.