No puedo más… entre las nueve de la mañana de hoy y hace un rato, me han entrado ¡¡¡76!!! mensajes relacionados de una u otra manera con virus. De verdad, no es un número al azar… normalmente los borro y no me entero del número total, pero esta vez me parecía que la cosa iba tan desatada, que empecé a apuntarlos. Hay de todo. Con todo tipo de estupideces escritas en el asunto, chorradas en el cuerpo del texto, de direcciones desconocidas, de personas a las que conozco… esto es infumable. Por supuesto, puedo eliminarlos sin molestia alguna, puedo poner un filtro, los bayesianos y los heurísticos me han dicho que no van mal, pero eso no va a alterar lo fundamental: todo ese tráfico representa, al ponerlo en escala multiplicativa, el auténtico colapso de la Red.
Al final, iniciativas como la de mis paisanos coruñeses de Intper (ver reseña en El Navegante) pueden empezar a tener todo el sentido del mundo: redes privadas que no permiten comunicación con el exterior ni ficheros adjuntos, libres por tanto de spam o virus al poder expulsar de manera automática al que entre en este tipo de comportamientos, y con una idea mixta ente el correo y el disco duro virtual, siguiendo la dirección marcada por Gmail. Desde otro punto de vista, la idea de las redes sociales puede acabar teniendo influencia en todo esto: admito correo de aquellos que están en mi red, y reboto todo aquello que proviene del exterior de la misma…
Volviendo a Intper… recomiendo leer las prestaciones que están pensando en ofrecer a sus usuarios: blog, fotoblog, mensajería instantánea, aplicaciones, navegación, red social… Ojo: quien ha pensado en esto parece saber de que está hablando. Es un tema para darle un par de vueltas en la cabeza. No digo que ya esté aquí, pero posiblemente estemos dando forma a la Internet Next Generation.
El problema de iniciativas como Intper es que no cuentan con los recursos o la infraestructura necesaria para ofrecer tanto por tan poco. Lo más probable es que mueran de éxito a las pocas semanas. Sólo hay que ver como google, pese a ser un gigante y contar con un colchón financiero y de recursos materiales inmenso, avanza con pies de plomo, «pasito a pasito» hacia el pastel final.
Se podían haber esmerado un poco más con el nombre ¿qué os parece?