Atención: George Michael abandona «el sistema», y decide ir por su cuenta. A partir de ahora, sólo distribuirá su música a través de Internet. Sin un modelo de negocio definido, simplemente afirmando que ya ha ganado mucho dinero, que ya no necesita el dinero del público, y que lo que sí hará será poner un botón opcional para que la gente que se descargue su música pueda además hacer donaciones a entidades de caridad. Cierto cantante español (que recientemente ha conseguido que nosecuantas personas firmen un documento pidiéndole que deje de cantar) pudo haber hecho algo parecido hace cierto tiempo, cuando sacó su último disco. Pero, en lugar de tirarse a la piscina y probar que pasaría si lo ponía en Internet e intentaba cobrar por descargas de canciones, o explorar algún otro modelo de negocio, experimentar y esas cosas, decidió irse por la vida fácil y conocida, y salir de la manita con su discográfica. Se atrevió incluso a insultar a sus clientes y hasta a sacar el disco con un absurdo sistema anticopia. Claro. No es lo mismo.
Uno de mis alumnos me sugería el otro día que, en realidad, el copyright no era tan «natural» como pretendían hacernos ver. Que antiguamente los músicos hacían música, e intentaban que ésta fuese escuchada, tocada o representada lo más posible, y que hubiese personas que financiasen su actividad por el placer de disponer de más música. A lo mejor trasladar el modelo en el tiempo no es ni completamente imposible, ni completamente absurdo.