Si ya lo decía yo… primera experiencia que demuestra que los dispositivos son mucho más convergentes que mis neuronas: me voy a Cascais, muy cerquita de Lisboa, a dar una sesión presencial de CRM a Philip Morris, y me encuentro en un hotel precioso, la Quinta da Marinha, justo lo que yo necesitaba… vistas desde la terraza de mi habitación a un campo de golf por el que corren patitos, sonido de croar de ranas, remanso absoluto de paz (pena haber estado sólo unas horas)… el caso es que pensé que no habría estado mal haberme llevado la cámara y sacar alguna foto (ahí, o en la agradabilísima cena que tuve después con varios asistentes al curso) pero… ¿creéis que me acordé en algún momento de que llevaba una cámara en el bolsillo?
Por el departamento penal de mi despacho ya han pasado varias consultas sobre el uso de las cámaras/telefonos en determinados lugares en los que nunca se había visto una cámara de fotos.
Si a esto le añadimos la facilidad que hay actualmente para hacer montages fotográficos en cualquier ordenador, llegamos a la conclusión que las cámaras de marras van a dar mucho de que hablar y mucho negocio a abogados y Peritos.
Hombre, yo pensaba usar la cámara para sacar fotos del paisaje… ;-)
Y así lo había interpretado yo, lo otro era un comentario del otro uso de las cámaras.
Salud