Me comenta mi amigo Antonio Toca que hay un tema del que ya hemos hablado algunas veces aquí, y que parece que podria revivir en algún momento no muy lejano: la avidez de Bill Gates por ampliar las fronteras del imperio. Por un lado, aún no se ha dejado de hablar, en el mundo CRM, de la posibilidad de que Microsoft acabe comprando Siebel, empresa con la que lleva cierto tiempo manteniendo escarceos y que le permitiría alcanzar parte de sus objetivos en el mercado de software corporativo, que le sigue resultando esquivo. Por otro, la operación de Comcast, en la que Microsoft tiene un 7.4%, sobre Disney, lo que permitiría a Gates tener acceso a un montón de contenidos para todas sus plataformas (ya me estoy imaginando las pintas almibaradas de los próximos Office Assistants). Además, parece claro que Bill trata a sus amigos de la comisión antimonopolio mucho mejor que Larry, al que le ponen peros por cualquier cosa…