Me parece buenísimo este artículo de Guillermo Rodríguez en Libertad Digital, sobre la idea de los dos principales periódicos, El Mundo y El País, de lanzar sendas enciclopedias «que recogen todo el saber humano».
¿Quien &%¡!#! quiere una enciclopedia hoy en día? ¿Es que esta gente no se ha enterado de lo que le pasó a la mejor enciclopedia del mundo, la Britannica? Es todo un caso de estudio en las escuelas de negocios… O a lo mejor es que el penúltimo destino de las enciclopedias es ser cuasi-regaladas con las ediciones dominicales de los periódicos (en cuyo caso el último destino ya nos lo podemos imaginar). En mi caso, mantengo en algún rincón de mi casa dos enciclopedias, heredadas, por eso de que da mucha cosa tirar libros gordos y bien encuadernados, pero nadie en mi casa las abre ni de casualidad. En lugar de eso, vamos a la pantalla y buscamos lo que necesitamos. Ortografía, definiciones o conocimiento en general. Y si, por un suponer, a mi hija le diese de repente por consultar la enciclopedia con regularidad, me parecería hasta peligroso…
Pero en fin, el poder del complejo de «voy a comprarla para cubrir el complejo de que no hago ni caso a los niños cuando hacen los deberes» es muy fuerte, y probablemente aún venderán unas cuantas enciclopedias…
No coincido del todo con este comentario. Yo también pensaba en la innecesidad de una biblioteca de papel. Pero tras meditarlo viendo a un niño manejar una guía lo creo necesario.
Es importante que los niños dispongan de las experiencias de saber cómo buscar información en los libros porque el papel electrónico (o libro) está todavía a años de ser útil y utilizarse con normalidad.
Saber el orden de las cosas, que significan las palabras de la zona superior, como leer lo que te ponen, etc. son experiencias importantes y necesarias para los que se están formando.
Internet tiene mucha información y más des-información por lo que la experiencia inicial de buscar información en un ámbito más limitado, y manual por que no decirlo, lo considero importante.
Probablemente cuando se pueda leer una enciclopedia desde un par de folios que caergarán la información por ondas y la animarán o relacionarán será una experiencia más ilustrativa que cualquiera de las que conocemos. Y, aún así, necesita electricidad y los libros no.
Lo que he dicho no quiere decir que esté en contra de Internet, al contrario, sólo que quizás se menosprecia el uso y aprendizaje realizado en un libro de papel.
Tiene sentido lo que dices, Francisco, pero para eso no hace falta gastarse una pasta (creo que son 20 volúmenes a 9 euros cada uno menos el primero que es gratis) en una enciclopedia. Se puede hacer perfectamente con otros libros, incluso con diccionarios.
Lo que hará falta será enseñar a los niños a buscar información más allá de meter el término en cuestión en google y, sobretodo, a discernir la calidad de la información y de las fuentes.
Es que el texto pone «¿Quien &%¡!#! quiere una enciclopedia hoy en día?». Pues mucha gente.
Y coincido con la necesidad de enseñar a buscar, offlne y online. Muchas veces ayudo a la gente en el trabajo a buscar, a realizar mejores búsquedas en Internet porque esas cosas se aprenden desgraciadamente con:
1. Aprendizaje propio
2. «juanito me dijo que….»
y muchas veces no se basa en qué utiliza el motor de búsqueda para mostrar los resultados.
Por cierto los «aprovechados» de Google si guen haciendo estragos,cada vez veo más. Creo que Google ya tiene su propio enemigo.
Hombre, con los posts uno busca lo que busca, y en ocasiones las interjecciones, las expresiones y el vocabulario buscan provocar más que otra cosa… lo mismo hago con los artículos de prensa, para que negarlo. Mi hija maneja diccionarios, y sabe busca en ellos porque son ejercicios que le ponen en el colegio y porque es una forma de entender el orden alfabético, que en sí es útil. Pero para buscar información no va a la enciclopedia, donde la información se estancó en cuanto pasó a papel. Se va a Internet (no necesariamente a Google). Y con el ejercicio de aprender a buscar en Internet me parece que la preparo más para el futuro que con el de buscar en el diccionario, aunque no sean excluyentes.
En cualquier caso, no me gustaría sostener una postura radical al respecto…