Alibaba es, para muchos, una gran desconocida. De hecho, tan desconocida, que su inminente salida al mercado bursátil norteamericano, prevista como la mayor de la historia, se está encontrando con un desinterés general entre los pequeños inversores del país, a los que la compañía les suena solo vagamente.
Pero más allá de la tradicional incultura norteamericana ante todo lo que está fuera de sus fronteras, ¿de qué tipo de compañía hablamos? Fundada en 1999 por Jack Ma, el hombre que muchos dicen que recuerda a una bombilla tanto por su fisonomía como por su brillantez, la empresa es, según la mayoría de las métricas, la empresa de comercio electrónico más grande del mundo. Tres páginas principales (Alibaba.com, Taobao y Tmall), cientos de millones de usuarios, millones de comerciantes y negocios de todo tipo, veintidós mil empleados, y una volumen de transacciones de $248 mil millones de dólares, el 80% de todo el comercio electrónico de China. Hablamos de una compañía en la que 231 millones de usuarios activos compran cosas constantemente, con 136 millones de usuarios desde dispositivos móviles, y de un efecto de generación de riqueza que llega a los rincones más profundos de la China más rural: puedes encontrar usuarios de Taobao, la página de comercio entre particulares y pequeños negocios equivalente a eBay, en los pueblos más remotos del gigante asiático. Para hacernos una idea del tamaño de Alibaba juntando empresas de comercio electrónico equivalentes, necesitaríamos sumar, por ejemplo, el volumen de Amazon y el de eBay.
Tras la salida a bolsa, Alibaba se convertirá en una de las empresas más grandes del mundo: aunque su IPO ha sido registrado en la SEC con un valor de mil millones de dólares, los bancos de inversión sitúan las expectativas de valoración en una horquilla que va desde los %15.000 a los $20.000 millones. Además de Taobao (comercio entre particulares) y Alibaba.com (comercio electrónico B2B), la compañía cuenta con páginas como Tmall (comercio B2C), Juhuasuan (compra grupal, ofertas flash y venta descuento), eTao (motor de comparación de precios), Alipay (plataforma de pago online), una plataforma de cloud computing, y varios sitios más.
Jack Ma, además de ser el hombre más rico de toda China ya antes de la salida a bolsa de su compañía, es el principal inversor individual de la compañía con un 9%, y mantiene un férreo control sobre la misma. Emprendedor vocacional desde muy joven, entró en contacto con la red en Estados Unidos, y fundó una compañía en 1995, China Pages, un directorio para empresas chinas en busca de clientes extranjeros, cuyo control terminó por perder a manos del gobierno chino, antes de crear Alibaba. Junto con diecisiete cofundadores, la mayoría amigos y antiguos estudiantes, Jack ha construido una estructura que le permite supervisar personalmente todas las decisiones, y captar un importante volumen de inversión extranjera interesada en el desarrollo del mercado chino. Sin embargo, Jack se confiesa como no usuario de los productos de su compañía: afirma no haberlos utilizado nunca, y no tener pensado hacerlo, para evitar tener una opinión sesgada que, según él, le llevaría a perder la ansiedad por mejorarlos. Sin embargo, hay vídeos antiguos en los que afirma que en los primeros pasos del lanzamiento de Taobao, él y sus confundadores compraban todo lo que aparecía en el sitio y los propios artículos que listaban ellos mismos, con el fin de estimular la demanda.
La gran promesa a la que la mayor parte de los inversores individuales norteamericanos permanecen ajenas es que la salida a bolsa de la compañía, en realidad, representa el intento de trasladar el dominio que tiene en China al ámbito mundial, convirtiéndose en la alternativa más seria al dominio norteamericano de la industria del comercio electrónico. Alibaba.com es todo lo que los sitios importantes de comercio B2B de principios de siglo intentaron ser en su momento, pero elevado a la dimensión china. Muchos lo citan como el gran disruptor de la cadena de suministro en una época en la que prácticamente cualquiera, con una simple impresora tridimensional que cuesta menos de mil dólares, podrá crear prototipos de cualquier cosa, localizar capacidad ociosa en Alibaba, y pedir series de fabricación con calidad industrial de manera inmediata con prácticamente los mismos diseños que utilizó para crear el prototipo.
Las posibilidades de un negocio como ese tras pasar por el mercado de capitales norteamericano y alcanzar dimensión para atacar el mercado mundial son insospechadas, y en este momento, difícilmente imaginables. Breves momentos antes del anuncio de la salida a bolsa, Jack Ma escribió un correo electrónico a todos los empleados del grupo, de lectura muy recomendable, en el que alertaba de grandes cambios en la compañía, prevenía contra la crueldad y las presiones que suponían los mercados, anunciaba un plan de acciones para los empleados (y los avisaba para que gastasen su dinero con prudencia), y les aseguraba que se mantendrían rígidamente fieles a sus prioridades, expresadas como «el cliente primero, el empleado segundo, el accionista tercero».
Para Alibaba, salir a bolsa no es un objetivo, sino un medio para conseguir un fin, una estación de servicio donde repostar el combustible necesario para seguir avanzando. El nivel de control que la compañía mantendrá sobre su estrategia tras el IPO, a pesar de las dimensiones del mismo, será espectacular: de hecho, intentó primero salir a bolsa en Hong Kong, pero las autoridades de ese mercado rechazaron su compleja estructura corporativa. Con la solidez que le proporciona su fortísimo dominio del mayor mercado del mundo y los recursos que va a captar con su próxima salida a bolsa, lo que ese avance vaya a traer es muy difícil de anticipar. Pero como se parezca mínimamente a la marcha de la compañía durante los últimos quince años, sería conveniente que muchos se fuesen preparando. Va a ser muy difícil de parar.
ACTUALIZACIÓN: Marimar Jiménez cita esta entrada en su artículo de Cinco Días titulado “Alibaba anuncia una agresiva expansión internacional tras su OPV» (pdf).
ACTUALIZACIÓN (20/01/2014): Alibaba.com confirma las expectativas y se convierte en la salida a bolsa más grande de la historia en los Estados Unidos.
ACTUALIZACIÓN (20/09/2015): un año después de su IPO, las acciones de Alibaba han caído un 45% y cotizan por debajo de su precio de salida original, debido fundamentalmente a las preocupaciones sobre su crecimiento y a la incertidumbre que genera la crisis del mercado chino.
This article is also available in English in my Medium page, “Alibaba: the next step«
Gracias por hablar de esa compañía, que para mi es una gran desconocida, que de vez en cuando encuentro, sobre todo si pretendo buscar algún producto, pero con una web tan fea y poco amigable, que nunca he dudado en salirme rápidamente de ella. Quizá la próxima vez que me tropiece con ella, la mirare con más atención, pues indudablemente es un monstruo, (para bien o para mal, eso ya no lo se).
En el comercio tradicional un cliente le compra a una tienda que le compra a un distribuidor que le compra a un fabricante. Pero si la tienda es una gran cadena o una punto-com el distribuidor en muchos casos desaparece. Ahora bien, en el comercio online, ¿es posible que ni siquiera la tienda sea necesaria? Algunos fabricantes ya venden sus productos es su propia web (Apple, por ejemplo). ¿Y si lo único que necesita el cliente es un buscador que le permita localizar el producto que le interesa?
Por otro lado, ¿qué es un fabricante? El mayor y más prestigioso fabricante de routers del mundo es Cisco, que no fabrica ni un solo router, toda la fabricación la tiene subcontratada. Hasta donde yo sé con Apple pasa lo mismo. Amazon fabrica el Kindle, diversas cadenas de supermercados tienen su marca blanca, y por tanto también son fabricantes, El Corte Inglés fabrica los productos Inves, eso de que la tienda sea también el fabricante está en realidad muy extendido.
Pero en el comercio online no hay tienda física, lo cual plantea la cuestión de si las tiendas online son realmente necesarias. ¿Hay alguna razón para comprar un iPhone en la web de Amazon? ¿Nos movemos los consumidores por costumbres del pasado?
Yo creo que aparte del desconocimiento, la gente no entiende el volumen de compras que la gente normal china puede hacer en estas páginas, ellos no tienen tanta empresas locales como en Europa, y es un mercado muy distinto, lo que señalas tu de las zonas rurales.
Tengo amigos chinos y me sorprendieron mucho cuando me lo explicaron. Y eso soy un gran comprador online.
PD. Para los curiosos, la versión para extranjeros es aliexpress
Al hilo de lo que puse más arriba, al comprar muchos productos en Amazon, como por ejemplo un iPhone 5s, la venta no la hace Amazon, sino otra empresa. La venta solo es «gestionada por Amazon»:
http://services.amazon.es/servicios/logistica-de-amazon/funciones-y-ventajas.html
El producto vendido nunca es propiedad de Amazon, el vendedor fija el precio y lo envía al almacén de Amazon, y esta cobra un tanto fijo por venta en virtud de ciertos parámetros como el peso del producto. El vendedor lo mismo podría ser el fabricante, aunque no sea así en el caso del iPhone.
La mayor parte de la gente diría que Amazon sigue siendo la tienda en estos casos, pero es una tienda bien curiosa. No posee el producto, no establece el precio, y no se queda con el dinero, salvo una tarifa por el servicio logístico prestado.
Yo no la conocía tampoco. Me parece muy interesante este post.
Yo me pregunto si las grandes empresas de comercio on-line pueden convivir, ya que venden productos muy parecidos en el mismo mercado, (mercado global), usan medios muy parecidos y siempre compiten entre sí por precio. Yo creo que el más grande se irá comiendo irremisiblemente a los más pequeños.
Antonio Castro:
Varias de las webs de Alibaba no son tiendas, sino mercados (por ejemplo, Taobao es similar a eBay). Es decir, hay muchos vendedores. Amazon también es en parte un mercado (véase #4), si bien juega con 2 barajas, dado que en su web hay veces en que el vendedor en un tercero y otras es la propia Amazon. Tal vez este sea el futuro, que las grandes webs del comercio electrónico no sean tiendas, sino mercados. En tal caso, no existiría el riesgo de monopolio que dices, dado que muchos vendedores se dedicarían a vender simultáneamente en varios mercados (Amazon, eBay, Taobao, etc).
Amazon nació siendo tienda, y eBay nació siendo un mercado de subastas. En Amazon sigue habiendo ventas hechas por la propia Amazon, y eBay sigue teniendo subastas, pero ambas han convergido parcialmente a lo mismo: mercados de precio prefijado (no subasta).
Alibaba, Amazon, y eBay tienen cada una su propia plataforma de pagos (Alipay, Amazon Payments, y Paypal). Esto es algo que tiende a reforzar su posición como mercados, más que como tiendas.
Muy interesante e informativo… La veremos con más cuidado en función de lo que puede representar …
Interesante.
Le sigo la pista a su salida en bolsa.
E incluso he pensado en invertir (lo minimo que me dejen, que seguro no llegaría a cubrir mis escasos ahorros)
Pero como siempre… China me sigue dando miedito.
A ver si me explico.
Me da miedo meter mis datos personales en una web china.
Y… No digo ya una c/c o el numero de mi trajeta de credito. Por paypal… todavia.
Lo mismo que me aterroriza llevar un movil chino «full» 100%
No me fio.
Sus sistemas de control y sus reguladores… dejan mucho que desear y te la pueden liar parda.
Si es algo estructural y hasta el excipiente que llevan los jarabes para la tos se hace alli. Pero sobre eso no tengo control.
Sobre mis datos personales si.
Y no me fio un pelo. Sobre todo cuando buenos amigos -que están en china seis meses al año desde hace diez- me cuentan lo que hay. Pone los pelos de punta.
Supongo que… es posible que solo sean prejuicios estúpidos todavía.
Pero de Amazon me fio. Fijate.
De Alibaba… no.
Dicho todo esto… si me sobrasen unos miles de euros (Ay señor)… invertiría en ellos.
Y en Amazón también.
Y esperaría a ver que pasa.
Debe ser divertido esto de jugar al Monopoly.
Que tengan ustedes un buen dia.
Creo que el mayor freno con el que se puede encontrar esta empresa es que buena parte de su volumen de ventas tiene que ver con falsificaciones de marcas.
Una de las barreras más importantes para despertar el interés de los inversores, que no se guían tanto por lo que les «suene» la marca, es que lo que sale a cotizar no es la empresa «real», sino una estructura legal con domicilio en las Islas Caimán, con la que Alibaba tiene un contrato que la obliga a ceder parte de sus beneficios. Se hace así por que la legislación china no permite inversores extranjeros en empresas de Internet, y tiene el peligro evidente de que las autoridades chinas invaliden el contrato, como ya han hecho en otros casos parecidos, y los «accionistas» se queden con un palmo de narices.
Con este panorama, creo que lo notable es que esté consiguiendo algún interés inversor, por poco que sea.
#006 Varias de las webs de Alibaba no son tiendas, sino mercados
Yo no he dicho que fueran tiendas. Por otra parte, que yo sepa, el hecho de ser mercados no elimina la competencia entre ellos. Supongo que compiten a nivel de logística y a nivel de precios, no entiendo que digas que no hay riesgo de monopolio. ¿Acaso este tipo de intermediación no es susceptible de hacer valer su peso en el mercado? Por poner un ejemplo ¿Acaso Amazón y eBay no compiten entre sí? Creo que no te has explicado.
Me he dado una vuelta por Aliexpress y solo puedo decir que jamás compraría allí ni un cargador para el móvil, ya no digamos algo de cierto valor, venden una cantidad de basura increíble. Puede que en China hayan triunfado como la coca cola porque han nacido y están adaptados a ese mercado tan particular y a los peculiares gustos de los chinos, horteras a más no poder y adictos a las cosas falsificadas, pero en este plan tan cutre no puedes aspirar a conquistar mercados hiperdesarrolados como el europeo, americano o japonés.
Y luego está el tema de que, por ahora, operan desde China, lo que significa:
– Eternos plazos de entrega vía correo.
– Altas posibilidades de interceptación del paquete en Aduanas, con los costes y tiempo que supone el trámite.
– En caso de retorno del producto, el coste lo paga el retorno.
– Inseguridad jurídica (alguien se fía de la legislación china en materia de derechos del consumidor, si es que tal cosa existe?)
Y viendo Aliexpress, simplemente está a años luz de Amazon o Ebay, tanto en diseño como en oferta… claro que esto se puede ir mejorando con el dinerito que van a recoger el los mercados, pero no tendrán la enorme ventaja que tuvieron en China: ser los primeros en llegar a un gigantesco mercado totalmente virgen.
Antonio Castro:
En efecto, no lo dijiste, pero mencionas la competencia en precios, y los mercados no compiten entre sí en precios. Un mismo vendedor puede estar ofreciendo su producto en Amazon y eBay al mismo precio. Indudablemente sí que compiten en otras cosas (logística, por ejemplo), pero eso no tiene por qué conducir al monopolio. ¿Acaso Amazon está desplazando a eBay? (o viceversa). En Internet las cosas ocurren muy deprisa, cualquier efecto monopolista ya tendríamos que haberlo notado. Por ejemplo, Google tiene un cuasi-monopolio en el mercado de buscadores generalistas en un gran número de países, incluida España.
Pero sobre todo lo que me interesaba destacar es que esto del comercio electrónico se aleja un tanto del concepto de tienda propio del mundo «offline». Vendedores minoristas que venden sin tienda, webs que son más mercado que tienda, y que aún sin ser tienda se ocupan de la relación con el cliente. Empecé preguntándome si en Internet son realmente necesarias las tiendas, y la respuesta acabó siendo que en Internet, en muchas ocasiones, no hay una tienda, hay otra cosa.
Añadir que Yahoo posee el 22% de Alibaba. Si miras los normalitos resultados de Yahoo no cuadra con lo bien que le va en bolsa… la causa es esa participación, que tiene desde hace 10 años.
Si me permites la pregunta, Enrique tu compras en Alibabá?
Yo he mirado bastantes veces pero hay tantas historias de estafas con las tiendas que aparecen en esta web que no he llegado a fiarme…
Esta mala reputación no afectará a la salida a bolsa?