Llevo un cierto tiempo hablando sobre el daño que está provocando la falsa consideración de que los jóvenes, por el mero hecho de serlo, son «nativos digitales» capaces prácticamente de «hacer magia» con dispositivos o tener una predisposición para un uso más eficiente de la tecnología, y hoy precisamente me he encontrado con el capítulo 7 de «It’s complicated«, un libro escrito por danah boyd que llevo leyendo un cierto tiempo (a estas alturas del curso académico, mis ritmos de lectura sufren notablemente), que me está pareciendo fantásticamente bueno, y que refleja perfectamente mis sensaciones en ese sentido.
El libro, que tiene su origen en un estudio longitudinal de más de una década con entrevistas hechas por la autora a más de 150 adolescentes, ha alcanzado una posición elevadísima en los rankings de ventas de Amazon.com a pesar de que su autora ha puesto en su página una versión gratuita en pdf, refleja entre otras cosas una tesis que en ocasiones he intentado expresar en algunos artículos: el hecho de que los jóvenes actuales utilicen redes sociales y otras herramientas no tiene ninguna relación con que sean capaces de entenderlas o de extraer un provecho mínimamente razonable de su uso. El discurso de los «nativos digitales» y de «dar las cosas por sabidas», de hecho, está perjudicando notablemente sus posibilidades de cara al futuro.
En España, este fenómeno es particularmente interesante: durante algunos años el uso ubicuo de una red social como Tuenti, que contaba con la especial característica de que «lo que sucedía en Tuenti se quedaba en Tuenti» debido a su carácter cerrado y no indexable, ha conllevado unos hábitos de uso particulares: el hecho de pasarse horas delante de la pantalla usando una red social como Tuenti no implica dominar ningún tipo de tecnología, y de hecho, es perfectamente normal ver ahora a jóvenes que se dedican a utilizar herramientas como Twitter, obviamente distintas en sus características, como si fuera un simple chat privado. Los jóvenes, por lo general y salvo excepciones, carecen de estrategias de uso de redes sociales mínimamente razonables: en una misma clase pueden convivir personas – por lo general, una minoría – con un nivel de conocimientos elevado, con una mayoría de personas que poseen los mismos sesgos, desconocimientos y errores que pueden tener personas que les superan en edad en varias décadas. Jóvenes incapaces de llevar a cabo una mínima validación crítica de la información a la que acceden, desconocedores de los criterios con que funciona un motor de búsqueda, o que no son capaces de reconocer esquemas de spam o de scam que resultan completamente obvios para cualquiera con unas cuantas horas de navegación.
No, el nacer en un mundo en el que están rodeados de pantallas y teclados a todas horas no los convierte en nada especial. Aprender a utilizar la tecnología de una manera adecuada requiere aprendizaje y entrenamiento, independientemente de la edad que tengas. En realidad, la idea de que los jóvenes eran «nativos digitales» ha llevado a muchos padres y educadores a considerar que no tenían que hacer nada para educarlos porque ya «venían educados de serie», o incluso a creer erróneamente que no podían enseñarles nada, porque sabían menos que ellos. Lo que se ha conseguido, en muchos casos, es educarlos no como «nativos digitales», sino como «huérfanos digitales», carentes de modelos que imitar y de experiencias generadoras de criterio. Cuestiones como el uso de filtros parentales, en contra de cuyo uso me he cansado de hablar y escribir, han permitido que muchos padres «relajasen» su deber de formación y de tutela en una supuesta ciber-nanny que no hacía más que esconder lo malo debajo de una alfombra que desaparecía en cuanto sus hijos se ponían delante de otro ordenador diferente al suyo: los contenidos supuestamente «nocivos» sobre los que sus padres tendrían que haberles advertido aparecían de repente ante sus ojos como algo completamente nuevo, que pasaba a llamarles mucho más la atención.
Parafraseando «Blade Runner«, «he visto cosas que no creeríais»: jóvenes que creen que «eso de las redes sociales es todo postureo», que afirman que «la red es mala porque sustituye a la vida real», que piensan de forma simplista que «todas las redes sociales son iguales», o que no saben diferenciar la barra de direcciones del navegador de la caja de búsqueda de Google. No, no estoy exagerando: lo he visto. He visto jóvenes más escépticos con respecto a la tecnología – no solo «más escépticos», sino incluso «peor escépticos», con menos fundamentos – que personas que les superaban varias décadas en edad.
El resultado es que el mercado de trabajo actual supone a los jóvenes unas características y habilidades que, en su gran mayoría, no poseen. La supuesta «generación mejor preparada de la historia» resulta estar integrada, salvo en el caso de una cierta «minoría ilustrada» más proactiva (que gracias a dios existe y me lleva a no perder completamente la fe en la raza humana), por una panda de ignorantes incapaces de gestionar razonablemente su presencia en un escenario en el que con total seguridad se va a desarrollar una parte muy significativa de su vida profesional. Para las empresas, el reto supone ser capaces de discernir si los candidatos que tienen delante saben de verdad aprovechar los recursos de la red, o son una panda ya no solo de iletrados, sino además con peor disposición a formarse en el tema que muchos de sus mayores, y que llevan smartphones en el bolsillo pero únicamente para utilizar el WhatsApp.
Si eres padre, ve planteándote que preparar a tus hijos para el futuro implica mucho más que rodearlos de dispositivos e inhibirte cuando llega el momento de educarlos en sus hábitos de uso. Si eres joven, piensa que la sociedad que te rodea ya está dándose cuenta de que ese supuesto mito del «nativo digital» era una falacia, y que te va a tocar ponerte las pilas para demostrar lo que realmente sabes hacer. No, por mucho que nos contasen en su momento, no se nace con las habilidades digitales puestas. Era mentira.
(This article is also available in English in my Medium page, “The absurd and unfounded myth of the digital native«)
(Hi ha una traducció d’aquest article al català disponible a la pàgina de Sindicat de Pares, «L’absurd i infundat mite del nadiu digital«)
Hola Enrique. Reflexión acertada y añado que aun es más grave que los programas educativos no tienen ni creo que tengan en breve ningún temor ante esta situación ni plan para solucionar el problema.
Sólo para tu información adjunto texto que escribí en mi Blog sobre esta cuestión. Un saludo.
http://www.odonmarti.com/estamos-formando-analfabetos-digitales/
Totalmente de acuerdo. El hecho de ser «nativos digitales» sólo les concede la ventaja de poder usar un dispositivo electrónico de nueva generación sin necesidad de leer el manual, pero la mayoría desconocen el alcance de sus funcionalidades.
Aunque hoy en día la Informática sea asignatura en los diferentes niveles educativos, no se enseñan los principios básicos del hardware y del software que les ayudaría a comprender mejor cómo funcionan estas máquinas, y a veces ni tan siquiera el uso de las herramientas ofimáticas más extendidas. En cambio les enseñan a utilizar aplicaciones de retoque fotográfico o de creación de vídeo, lo que está más de moda. Y dada la importancia de las redes sociales en la vida cotidiana de los jóvenes, tampoco se les enseña a utilizarlas con seguridad.
Un saludo.
Comparto casi al 100% lo que dice. Soy profesor de Formación Profesional y estoy planteándome en serio (es decir con planificación y análisis)poner en práctica nuevas metodologías basadas en página web o blog, instrumentos online y redes sociales. Cómo uno de los requisitos que es que los alumnos tengan acceso a internet les hice una encuesta sobre la utilización de internet (no ha 150 pero si a los 50 a los que les doy clase)y corrobora lo que dice: «no son nativos digitales» sólo utilizan los móviles para «wasear». Así que tenemos un campo importante para formarlos
Dices: «Aunque hoy en día la Informática sea asignatura en los diferentes niveles educativos, no se enseñan los principios básicos del hardware y del software que les ayudaría a comprender mejor cómo funcionan estas máquinas, y a veces ni tan siquiera el uso de las herramientas ofimáticas más extendidas.»
Tenemos educadores con una mentalidad extraña, es como si pensaran «Ya tendrán tiempo de aprender a andar sobre sus piernas, primero que aprendan a montar en moto, es más divertido».
Hola Enrique,
Como dicen los anglo-sajones: «really insightful» post.
Un saludo
Además yo creo que te sorprendería la ineptitud que existe con los reclutadores en procesos de selección de grandes compañías (del propio sector IT) que son incapaces de adaptar parametros y criterios de valoración para candidatos con presencia trabajada y contrastada en la red. El hecho de que, como bien apuntas, esa «panda de ignorantes» suponga la regla general, hace que te encuentres en procesos de selección como la auténtica excepción frente a los otros candidatos que no tienen directamente ningún tipo de presencia desarrollada.
Quizás me equivoque, pero tengo la sensación de que esa ignorancia viene alentada y respaldada por este tipo de situaciones en nuestra sociedad.
– ¿Estrategia personal? ¿Para qué? si solo me piden mi cv «actualizado» y el expediente académico de hace 5 años…
Muchas veces se ha considerado que los niños y jóvenes eran nativos digitales por la facilidad con la que manejaban los dispositivos nuevos y las aplicaciones y esto es un error. La explicación es sencilla. Ha aumentado exponencialmente la usabilidad de equipos y aplicaciones lo que hace que no sea necesario grandes conocimientos para su uso. En la red circula un video de niños «nativos digitales» enfrentándose a un Apple 2, no hay más que verlo para comprender hasta que punto son nativos digitales…
Absolutamente de acuerdo contigo, el haber nacido con un movil en una mano y saber escribir SMS sin mirar, no te da especial habilidad en Internet, como el haber nacido con el teléfono en la pared, como me pasó a mi, no me dio por si mismo ninguna capacidad oratoria en público. Bueno es que alguien lo recuerde de vez en cuando.
Por otra parte, me gustaría romper una lanza por la defensa del otro extremo de la pirámide generacional, el tener mas de 60 años no nos hace necesariamente ser analfabetos tecnológicos, pues muchos, como yo mismo, fuimos informáticos en nuestra vida profesional, (incluso antes de la aparición del spectrum) y no olvidar que fue mi generación precisamente la «culpable» del actual desarrollo de la informática, (Bill Gates y Steve Jobs,(si viviera) tienen 59 años), pero aparte de eso, el uso generalizado del PC en el trabajo es de los años 80, por lo que muchos jubilados han utilizado habitualmente el ordenador en el trabajo por mas de 25 año, hasta el punto que puedo asegurarles que todos los amig@s mios pese a tener más o menos mis mismos años y haber sido muchas de ellas amas de casa tienen sin excepcion al menos email que miran todos los días, y todos tiene smartphones (aunque en este punto no se si soy totalmente una muestra estadística correcta) y si bien no todos trabajaron con PC’s, fue porque no se utiliza en todas las profesiones y no lo es menos que en esas mismas profesiones, siguen sin utilizarse, asi que me dirán que experiencia de uso de ordenador tiene un reponedor de supermercado, un jardinero del ayuntamiento o un chapista, aunque tenga 20 años que no tenga un señor de 65 años que trabajó en esas mismas profesiones hace 30 años.
Como todos estamos de acuerdo, también quiero decir que una minoría pero muy a abundante, de jóvenes también esta calificada como conocedores del software y hardware a un nivel muy superior a la media. Dejo un vídeo de un campeonato de robótica para colegiales que se ha celebrado en Majadahonda en el mes pasado.
https://www.youtube.com/watch?v=u8tAhefGilI&feature=youtu.be&a
#009: Por supuesto, hay de todo. Me he encontrado cracks capaces de programarse un clon de Twitter mejor que Twitter en un tiempo récord, o de montar una metodología de aprendizaje para niños en zonas desfavorecidas utilizando hardware y software abiertos, o de autoenseñarse a utilizar una herramienta de edición de vídeo y crear una especie de vídeo musical alrededor de una presentación. Pero desgraciadamente, son los menos :-(
Muy de acuerdo con el post y con los comentarios. Soy profesor de tecnología e informática y me doy cuenta a diario de como mi alumnado no sólo no es competente digitalmente, sino que cada vez lo es menos.
Son usuarios intensivos de lo digital, pero dependen enormemente de la «usabilidad» del dispositivo, ya que no entienden lo que hace funcionar a la máquina. En este sentido, empiezo a constatar como, debido a la ascensión del dispositivo móvil como medio digital primario, les resulta difícil adaptarse al trabajo con ordenador «clásico», ya que no entienden lo que es una estructura de carpetas, un tipo de archivo, la instalación de un programa…
Decir que no en todas las comunidades existe la asignatura de informática, que suele ser optativa, y los contenidos de este área que estaban integrados dentro de la asignatura de tecnología pasan a ser eliminados en la LOMCE :(
Por último, si me permiten el autobombo y les apetece, justo hoy publiqué mi opinión sobre lo que debe ser la programación en la escuela.
Se llama cultura, Enrique. De eso de lo que no sueles hablar más que para decir que debe «compartirse» más (ese extraño concepto que tenéis algunos del compartir, ya sabes…).
Es la misma cultura por la que en áreas anglófonas ocurre lo que comentas de Amazon y un PDF gratuito y luego te vas a áreas de lengua hispana y es todo lo contrario. Algo debió pasar en algún momento de la Historia para que haya esa diferencia tan abismal en la antropología económica y social entre esas dos áreas. Si hacemos un repaso de los países vemos que posiblemente México (entre otros) aún se esté cagando en las fragatas españolas. Quizás les hubiera ido bastante mejor de haber llegado antes las inglesas. Quizás la cultura sería distinta, y las cosas también. Es lo que tiene la cultura… Y los elementos que la componen.
¿A ti qué te parece, Enrique? ¿Es todo casualidad? Háblanos un poco de cosas que no sean tecnología, hombre. Lánzate. No seas tímido.
No podría estar mas de acuerdo con cada una de las palabras de este post.
Vamos a leer el libro, saludos.-
El error está en creer que el conocimiento de determinadas aplicaciones a nivel de usuario tiene algo que ver con la informática, o con el conocimiento en general. Un estupendo usuario de Twitter no tiene por qué saber nada de informática. Y un estupendo informático puede ser muy torpe a la hora de manejar ciertas aplicaciones.
Eso que reclama Enrique de que los jóvenes sepan validar de forma crítica la información y reconocer esquemas de «scam» y «spam» no lo da la habilidad en el uso de las herramientas informáticas. No lo da ni siquiera un amplio conocimiento de la informática. Lo dan esas Humanidades que tanto odiáis y que queréis desterrar de los planes de estudio. Lo da el estudio riguroso de libros con mucho texto y pocas imágenes, no la escuela multimedia ni el picoteo de información en Internet. Es más, en los próximos años veremos que los chavales son cada vez más como ésos que retrata negativamente Enrique precisamente por seguir esa tendencia educativa que, paradójicamente, el propio Enrique abandera.
Hay un párrafo de Enrique que me inquieta:
Espero que Enrique no esté sugiriendo a los departamentos de recursos humanos que eviten la contratación de todo aquel que no tenga una presencia activa en la Red, como la que tiene el propio Enrique. Sabía que esos departamentos estaban tirando a gente de procesos de selección por decir estupideces en Facebook o Twitter, o porque sus amigos habían colgado fotos comprometidas de ellos en plena borrachera de fin de semana. Esto no me parece del todo bien, pero podría tener su lógica. Que se tire a alguien sólo porque no tiene una presencia activa en la Red sería un error muy grave. Un error que indicaría que nos esperan tiempos de grandes tribulaciones.
Como te he indicado en Facebook, esta misma circunstancia se produce también en el mundo lingüístico, en las comunidades con lenguas cooficiales, en las que se considera que el aprendizaje del castellano puede reemplazarse por la existencia de un entorno en el que predominaría dicho idioma frente a la otra lengua cooficial, como si los cartelones de las tiendas en las ciudades o los programas de televisión enseñaran el idioma en el nivel culto que se precisa durante el aprendizaje de una lengua. Muy interesante en todo caso la disyuntiva que, efectivamente, nos hace dejar de lado el necesario aprendizaje de las tecnologías entre los que no tendrán previsiblemente más remedio que valerse de ellas para no quedarse rezagados frente a quienes sí hagan el uso más efectivo de las mismas.
Sobre (presuntos) «nativos digitales»
http://www.youtube.com/watch?v=4XFpguuH40Q
A mí lo que más me llama la atención de los nativos digitales es el afán de fama generalizado. Obviamente, cuantos más individuos alcancen fama, menor será el nivel de fama por individuo (fragmentación de la fama). O dicho con otras palabras, a mayor número de influencers menor poder de influencia de cada uno de ellos.
Saludos!
@enladiana
Estoy totalmente de acuerdo contigo, solo que yo este debate en lugar de tenerlo con los padres lo suelo tener con los que se creen «nativos digitales» por los hechos que aqui expones.
Lo más gracioso de todo, no sé si será así en otros circulos, es que los que de verdad somos informaticos ( programadores, analistas, etc) de vocación, no solemos usar redes como facebook y tuenti para hablar, porque como bien dices carece de logica usar una red social para simplemente chatear y que añade la contraparte de indexacion de datos personales etc.
Nos llaman raros, que como es que no nos gustan siendo informaticos. Pues porque a nosotros lo que nos interesa es como funciona, no darle uso. Aquí supongo que pecamos un poco de asociales, pero tengo que ser sincero. Prefiero estar mirando una pared en blanco para ver si se me ocurre algo que hacer. Al hablar por hablar por el mero hecho de entretenerme.
Tan solo en dos ocasiones he dado uso a una red social. La primera, Tuenti, para censurar las fotos mías que subían mis «amigos». Perdonad que lo ponga entre comillas pero es que no puedo llamar amigo a una persona que viola tu privacidad por querer exhibir a Cristo lo que hizo el fin de semana (que broncas he tenido…). Y la segunda fue Facebook para poderme enterar de los movimientos del 15M hasta que me cansé de los debates estupidos que generaban algunos seguidores, que no aportaban nada excepto una ilustración de troleo sin fin. Que eso si que han aprendido, a trolear.
Interesante reflexión que ha ido activando pequeñas alarmas mentales que se han disparado definitivamente con la frase «panda de ignorantes incapaces de gestionar razonablemente su presencia en un escenario en el que con total seguridad se va a desarrollar una parte muy significativa de su vida profesional». Ni los adultos (con más madurez y conocimientos se supone) son conscientes del alcance y del shift de lo social a lo profesional de los últimos años – me acuerdo de esos tweets descabellados, las fotos de partes íntimas y videos de no menos íntimas actividades ‘subidas’ sin pensar en las consecuencias por muchos adultos ‘responsables’ en todas las partes del mundo!
Ocurre a menudo: no es el cómo es el qué. La idea de ‘nativos digitales’ suele interpretarse con mira mecánica: capacidad de gestión, expertise online, facilidad para herramientas digitales, etc. cuando lo realmente impactante es el mind-set de estos jóvenes ‘ignorantes’. Ser la primera generación que entra de lleno y sin paracaídas en lo que todos reconocen cómo la tercera revolución industrial merece un enfoque más generoso y no se puede medir con las reglas anteriores. Nos hacemos un flaco favor si no lo valoramos en su contexto más amplio, con lo que implica la apertura, la comunicación directa y en tiempo real, la libertad de experimentar, conectar, derribar barreras físicas y expresarse como nunca ninguna generación pudo antes. Un poco cómo los primeros que escucharon una radio, fueron al cine, se sentaron delante de una tele o enviaron un primer fax multiplicado por el infinito.
Les han puesto una herramienta galáctica eminentemente social en las manos.Viene sin instrucciones y aunque las tuviera estarían caducadas al día siguiente… es obvio que unos la utilizarán mejor o peor pero lo que realmente interesa es cómo nos afectará su visión, totalmente distinta, del mundo.
Pues lo de siempre, un Seat 600 a nadie de hoy impresiona pero si se lo enseñaramos a nuestros antepasados los Reyes Catolicos no saldrian de su asombro de como pudo realizarse una portento asi, pues lo mismo la informatica impresiona a los viejos y a los antepasados y nada a los jovenes. Y el desinteres viene porque en el futuro el estar delante de un ordenador es el trabajo tecnico en su inmensa mayoria de los peones y obreros, chinos indus europeos etc, produciendo piezas ropa peones de telecomunicaciones aun con titulo de ingeniero, etc o de trabajo intelectual, que tiende a no existir como profesiones, bloquero periodista musico siempre en precario o directamente amateur mas bien es lo que se cuece, aun titulados, y por eso las nuevas generaciones huye totalmente de querer trabajar en informatica. Y no solo en España ya que la gente va a trabajar a Alemania todo el dia delante del Autocad, y se vuelven para España, debido a las condiciones ni les merece la pena… y esto es lo que se cuentan unos jovenes a otros, y de ahi el desinteres por ser otro peon informatico titulado de los cientos de millones que hay en el mundo ya entre chinos, indus, nigerianos, franceses suicidados, y esto ni empieza…
Buenas, una reflexión muy interesante, Enrique. Aunque no estoy muy de acuerdo en el enfoque general de tu artículo. Y eso que, según la “teoría” soy un inmigrante digital, pero tengo una inquietud por la tecnología tal, que me considero un nativo digital. Creo que la clave no está en el dominio de la tecnología, si no en la relación que se tenga con ella, en la relevancia que tiene lo digital en tu vida. Por ejemplo, la necesidad de estar permanentemente conectado, o de ser capaz de manejar y de integrar de forma completamente natural experiencias digitales y físicas. La mayor parte de las grandes decisiones (a nivel empresarial, económico, político, etc) las siguen tomando personas que son completamente ajenas a que estamos en una nueva era, en la que lo digital ha cambiado la forma en la que nos relacionamos con el mundo. Creo que las carencias con respecto al uso de la tecnología que podemos observar en las nuevas generaciones, son consecuencia de las carencias de la sociedad (educación, cultura, valores, etc) y que no tienen que ver con las falsas expectativas que nos hemos generado sobre su dominio del mundo digital.
Un saludo
Absolutamente deacuerdo!!, yo he alucinado cuando he conocido casos de adolescentes de 19 años que se empiezan a mover en entornos laborales donde las nuevas tecnologias tienen un peso importante y ni siquiera tienen un email o saben lo que es un dropbox…
Sin duda, es un tema en boca de muchos pero en acción de pocos. Los padres «modernos» pareciera que pierden cada vez más terreno en la educación con sus hijos, lo que si ahora trae consecuencias en el futuro cercano traerá aún más porque esos hijos serán padres de nuevos hijos, los cuales inevitablemente estarán ligados a la tendencia tecnológica. Felicidades por el artículo Enrique y en una oportunidad, me encantaría que visitaran mi blog, donde me sería grato recibir sus comentarios y observaciones sobre éste análisis que hago sobre las afectaciones sociales de la era digital. evpendiente.blogspot.com Saludos!
Interesante reflexión. Entonces, si suponemos un mismo punto de partida, ¿un nativo y un inmmigrante podrían desarrollar las mismas destrezas y competencias con trabajo y formación? Y, aunque sé que es pronto para hablar en estos términos ¿neurológicamente seguirían teniendo ventaja algo más de ventaja?
NO ESTOY DE ACUERDO, seguramente quiénes opinan en este post no son jóvenes y es que con ese discurso negativo no llegaremos ni siquiera a mantener una charla con pibes, si seguimos culpando a la generación por el solo echo de ser jóvenes e inexpertos vitalmente y atrevidos/as entonces repetimos el esquema de siempre, que se usen las RRSS para cuestiones de ocio ahora no significa que no la usen para currar más adelante, no menospreciemos sus actividades digitales ni su lenguaje atraves de las escritura de wasap, las tecnologías dan para mucho, incluso para seguir haciendo análisis poco moderados como el mío, saludos y me quedo con algunas cuestiones que creo bien razonadas.
Estoy de acuerdo contigo, me ha costado 2 años de impartir clases en la universidad en asignaturas relacionadas con comunicación digital y no digital, a alumnos de España y Erasmus ( más de 15 países) y tener un hijo de casi 16 años para llegar a tus mismas conclusiones. Pertenecer a esta generación no presupone sus competencias digitales. En algunos casos algunos temas les cuesta entenderlos, otros son más rápidos….Me encantará leer el libro gratuito de Danah Boyd, gracias por difundirlo.
Muy oportuno este artículo. La verdad es que para muchos mirar el jóvenes de hoy como uno nativo digital no es más que una excusa por no tener echo uno esfuerzo en acompañar la “revolución”. Es claro que “no y nativos de nada y todos hemos nascido en algo” es un paradigma. Para los jóvenes es fácil porque es nuevo, no tienen que hacer el esfuerzo de cambio, esa es su ventaja. Para los demás entender la misma realidad, pero que ahora llega por camino distinto es agotador. uno esfuerzo para nada! pero se olvidan hacer las mismas cosas de forma distinta es clave para el progreso. Aquí es igual, para se ser nativo digital basta mantener la puerta de la curiosidad siempre abierta.
Gracias por el análisis, dejo una lectura que quizá pueda interesar a alguien,
Roberto Casati, Contre le colonialisme numérique. Manifeste pour continuer à lire, París, 2013
original italiano Contro il colonialismo digitale, Roma-Bari, 2013.
Por mi experiencia personal, convivo con dos adolescentes, puedo confirmar todo lo que dice Enrique. Son expertas en hacerse fotos y subirlas a Pinterest y a escribir mensajes en todas las redes sociales posibles.
En cambio si tienen que hacer un trabajo son incapaces de utilizar algo tan simple como los estilos en word. Si les cambias la versión de word tienes que degradarla porque no saben como usarla y no quieren adaptarse al cambio. Son incapaces de buscar conceptos en internet mientras trabajan y prefieren preguntarlos.
Un claro problema de actitud.
Sobre lo que comenta Julio2 en el comentario 14, poco a poco las empresas les pedirán a los posibles candidatos en que paginas pueden encontrar muestras de su trabajo, yo soy informático y poco a poco se está imponiendo, y al igual que fuimos los primeros en utilizar buscadores de empleo digital somos los primeros en tener que dar relevancia a nuestro trabajo.
Excelente artículo y sus sustentos, a mi parecer el problema además de creer que los niños pueden manejar los instrumentos tecnológicos y dejar que solos aprendan es la total falta de responsabilidad de los padres para educarlos en el uso inteligente de estas tecnologías.
Hay que educar mucho en este sentido a difundir este tipo de información. Desde mi experiencia llegan a buscar trabajo; carentes de toda habilidad cognitiva, no saben razonar, planificar, analizar y generar soluciones a los problemas, etc, etc, bueno incluso llegan con terribles faltas de ortografía y sintaxis al momento de comunicarse. Todos unos zombis, que no usan su cerebro, hipnotizados por sus aparatos tecnológicos