Una entrada de mi amigo Loïc Le Meur, «One more step towards opening my body API: measuring sleep. iToilet, iSex and iFood are next into the body cloud«, me lleva a retomar el interesante tema del «quantified self» que tocamos hace unos días al hilo de un artículo de Stephen Wolfram en Wired.
Si en aquella ocasión, dedicada fundamentalmente al control de la actividad en la red, comentamos de pasada el tema de los gadgets orientados a la salud como la pulsera UP de Jawbone y algunos otros, hoy podemos entrar un poco más en el tema viendo los progresos desarrollados hacia el control y monitorización de factores como el peso, el porcentaje de grasa corporal, el BMI, etc. con la báscula Withings; la presión arterial y el pulso con el tensiómetro de la misma marca; el control del ejercicio con apps como RunKeeper u otras asociadas al uso de pulsómetros; o el control del sueño con Zeo, que monitoriza tiempos totales y fases del sueño (sueño REM y sueño profundo). Todas ellas consisten en sensores más o menos sofisticados que envían sus registros a un smartphone y permiten su control y monitorización con diversos tipos de métricas y ratios, así como su reenvío hacia otras aplicaciones.
El desarrollo de aplicaciones de este tipo está experimentando también un fuerte crecimiento: Microsoft HealthVault continúa ofreciendo un servicio que Google retiró seguramente en el peor momento, precisamente cuando empezaba el crecimiento del interés por estos temas, y aparecen muchas otras aplicaciones más especializadas como Digifit (cardio), Gazelle (servicio de pruebas analiticas y diagnósticas), iBody (peso, valores sanguíneos y forma física), iBP (presión arterial), Personal Caregiver (alertas de medicación), TargetWeight (control del peso), VidaOne (salud general y ejercicio); o sitios como TheCarrot.com o TrainingPeaks (entrenamiento y nutrición), seguro que entre muchos otros.
Como comentaba Loïc en su entrada, ya solo falta controlar la entrada de alimentos, la salida con un iToilet, y el sexo con un iSex. Pero bromas aparte, la tendencia hacia el control y la monitorización corporal está sin lugar a dudas consolidándose: empiezan a aparecer sistemas para su envío a médicos y servicios de salud, y se ven todas las características de un ecosistema en plena efervescencia. Teniendo en cuenta la criticidad y las preocupaciones que tiende a generar en las personas el tema del que hablamos y el enfoque a salud preventiva que – afortunadamente – empieza a predominar, apostaría por una difusión relativamente rápida de este tipo de gadgets y aplicaciones.
cada vez tiene mas interes el uso de este tipo de aparatos, cuanto mas ajetreada es tu vida y menos tiempo tienes para parar y ver como te encuentras o ir al medico (algo realmente insufrible hoy en dia, te pone mas enfermo la cola de espera que lo que tienes en verdad).
Como anecdota decir que el «itoilet» se podria decir que ya existe. hay urinarios que controlan tus deposiciones y orina, haciendo analisis in situ de glucosa, toxinas… y te indica si hay algun tipo de anomalia. Claro tienes que seguir yendo al medico pero te ahorras una visita y la insufrible espera para que te realicen un analisis.
En cuanto al isex, bueno, aun no conozco nada de eso pero se me ocurre un gadget simple, unimos un preservativo a unos microsensores que controlen la temperatura basal, contracciones vaginales y presion sanguinea y conforme estos indicadores vayan registrando el alcance del climax, suelten unas pequeñas descargas electricas que dependiendo de la intensidad bien pueden hacer que se llegue antes al climax o bien se retrase para los que sufren de precocidad.
Para cosas de este tipo no faltan ideas (ni imaginacion jejeje) ojala para otras caracteristicas de nuestra vida se arreglara todo con pequeñas descargas electricas.
Pues yo lo veo como información muy interesante para seguros médicos privados, venta de medicamentos en la red… creo que bien explotado puede ser un muy interesante que nuestro medico reciba alertas cuando algo no va bien y pueda llamarnos para darnos una cita. Mas de uno pasa años sin ir al medico gracias al ritmo de vida que llevamos los tecnopatas entre otros
Sin duda Enrique… las cosas van por ahí… pero incluso como dices finalizando… se está entrando de lleno en el campo de la medicina con todo lo que eso quiere decir. Entre otras cosas, para mejorar de forma increíble la calidad de vida de enfermos crónicos que antes necesitaban ir a los hospitales cada X tiempo y, a partir de ahora, sólo lo harán cuando sus teléfonos detecten que se han superado determinados valores de pánico.
El libro «The Creative Destruction of Medicine» de Eric Topol habla precisamente ede eso. Su conferencia en TED sobre la medicina wireless merece la pena.
Me parece que de todo esto van a salir cosas espectaculares para cambiar la vida.
Por otro lado, va a ser una ardua tarea lograr un equilibrio entre información útil y privacidad. Más que ardua, titánica.
Ya se puede vislumbrar el negocio de la recolección de ese tipo de información y su venta a los sistemas médicos y compañias de seguros, empresas de empleo, etc.
Habrá discusiones sobre la propiedad de la información y el derecho a conocerla por parte del estado, la policía y de otros particulares interesados. La aparición de los delitos asociados a su apropiación y de la publicidad orientada a las enfermedades. De hecho ya han habido disputas graves sobre la filtración de historias clínicas en centros de salud, (así como disputas por «dificultar» la entrega de historias clínicas a los pacientes)
Aclaro que no estoy en contra, y que solo escribo este comentario para ampliar el alcance de la charla.
Gracias y Saludos.
Está todo inventado. Mira la app iPeriod. Ahí, en la versión de pago, sí está la opción de llevar un tracking de «interacciones sexuales» entre otras muchísimas cosas. Tantas, que… bueno, mejor mirarlo.