Michael Arrington vivió ayer una desagradabilísima experiencia en la clausura del DLD en Munich – donde también estaba yo, pero afortunadamente ni me enteré del tema: un imbécil se acercó a él, y tras no obtener su atención, le escupió a la cara. Hoy, Michael escribe una entrada en un tono enormemente amargo en la que reflexiona sobre la naturaleza humana, la economía de la atención y lo absurdo de las situaciones que está llegando a vivir en los últimos tiempos por el simple hecho de tener un blog y escribir sobre las cosas que le gustan.
En la entrada, que publica con los comentarios cerrados, Michael confiesa que ha pasado ya por muchas situaciones de enorme gravedad: no solo violencia verbal habitual en su blog y en otros, sino llegando incluso a tener que contratar seguridad privada durante cierto tiempo por amenazas de muerte a él y a su familia. Desde mi experiencia, que por supuesto se desarrolla a una escala muy inferior y no comparable a la del bueno de Michael, su error ha sido no detener determinadas actitudes hace mucho tiempo. La violencia verbal, los comentarios fuera de tono, solo provocan escaladas en dicha actitud, siguiendo el conocido «síndrome de las ventanas rotas». En mi caso, el límite de tolerancia ocurrió el pasado Diciembre cuando se combinaron una serie de factores que consideré un nivel de agresión excesivo y decidí empezar a pre-moderar los comentarios del blog. Nunca he estado más contento de mi decisión: la calidad de la conversación en el mismo ha mejorado notablemente, a pesar del engorro que supone que, aunque yo viva básicamente online la mayor parte del tiempo, pueda ocurrir que un comentario tenga que esperar a veces una hora y media – el tiempo de la sesión de clase más habitual en el IE – para aparecer en la página. De vez en cuando aparece algún imbécil de esos que vienen a desahogarse: lo intenta, se frustra, y se va por donde vino, mientras yo aprieto la tecla de borrar con un dedo diferente al habitual.
La entrada de Michael debería hacernos reflexionar sobre lo que, en una sociedad con reglas de participación completamente redefinidas, debemos considerar una conducta aceptable o inaceptable. Cuando se redefine el entorno, algunas normas deban tal vez ser redefinidas. Todos – la mayoría – tenemos en cuenta las normas elementales de educación cuando nos relacionamos fuera de la red, pero dentro de la red la cosa no es así. Dentro de la red toleramos compotamientos que resultrían completamente inaceptables fuera de ella, y lo que es peor, no solo los toleramos, sino que hasta los jaleamos: nos parecen simpáticos, graciosos, provocativos o ejercicios de libertad de expresión. No. No es así. Un insulto es un insulto online y offline. Una amenaza también lo es. Una parodia, cuando se convierte en hiriente y repetitiva, deja de serlo para convertirse en una situación de acoso, de ciber-bullying. Dentro de la economía de la atención, que una persona cuya atención quieres no te la preste, puede parecer una conducta terrible, pero no lo es, es algo normal, que no justifica una agresión verbal ni física. Si seguimos tolerando online cosas que consideraríamos intolerantes offline, estaremos alimentando un nuevo protocolo, incoherente con las normas básicas de educación. Algo que acabaremos sufriendo todos. Hoy, Michael Arrington y su escupitajo en la cara se convierte, más que nunca, en una señal de alerta. Estoy completamente de acuerdo con su entrada: en el camino que estamos recorriendo para convertirnos en ciudadanos de la red, algunas cosas tienen que cambiar.
Me alegra que tu percepción y el tono de la conversación haya mejorado notablemente desde tu decisión del mes de noviembre / diciembre.
Todos deberíamos saber manejar cualquier tipo de situación tanto offline como online y siempre mantener unos mínimos principios de respeto y cordialidad hacia nuestro (s) interlocutor (es).
El contenido del mensaje (véase halago, debate o crítica) siempre debe de ir acompañado de unas maneras correctas que lo sustenten… si no, las propias formas matan todo lo anterior.
Buen día.
Totalmente de acuerdo.
Pero yo iría un poco mas allá, en el sentido de que por mucho que queramos que esto funcione de una manera correcta, somos nosotros los que tenemos que marcar las pautas a seguir, algunos con mas influencia, otros con menos. Es por eso que me parece muy bien lo de querer controlar tu Blog. Si tu puedes decir lo que quieras en tu Blog, siempre con educación, también puedes decidir que quieres que se diga en tu Blog. Y esto no es censura ni mucho menos, es cordura.
El problema está cuando la gente dice algo en sitios que tu no controlas, y cuando además se intenta hacer negocio (no se como) con ello. Por ejemplo, hoy facebook a tenido que censurar 2 grupos. Uno para pagar un francotirador para matar a Evo Morales y otro apoyando al asesino de Bélgica. INCREIBLE! .
Qué hacemos con estos? Cómo lo controlamos? Necesitaremos policía on-line?
Ya se verá. Pero de momento, Yo controlaré.
Es una lástima que haya que tomar decisiones como la suya de premoderar los comentarios. Tanto por el tiempo que le hace perder, como por la imagen que da de la sociedad actual.
Es la primera vez que leo sobre un caso de agresión a un blogger en la vida real, lo cual es muy grave, pero en internet, las agresiones verbales están a la orden del día. Los llamados «trolls de internet», por desgracia, empiezan a ser la norma. Parece que ya nadie recuerda (si alguna vez la conocieron) la Nettiquette. En fin, que le vamos a hacer, internet es un espejo de la sociedad y si vivimos en una sociedad en la que los chavales se graban pegando palizas a sus compañeros de colegio, por qué iba a ser diferente en la red?
Por desgracia mucha gente considera el anonimato online como un escudo para poder decir cosas que ni se atreverían a decir a la cara. Si a esto le unimos que las bolas se van haciendo grandes, si uno hace una broma salida de tono (Vía comentario o post en otro blog o lo que sea) pues, al pasar por muchas manos que se creen protegidas por el anonimato todo se multiplica.
Por otro lado, no sé si solo me pasa a mí, pero durante este último mes me he estrenado en recibir amenazas offline por tonterías: Un vecino que quiere reventarme la cabeza y meterme a mi perro por el culo porque ladra al suyo y un cliente insatisfecho de nuestra empresa que quiere partirnos las piernas a todos! Repito, quizás son casualidades, pero cada vez me da más la impresión que la línea de la educación y el respeto se está moviendo peligrosamente.
hora y media?
si comento por la noche también?
los mensajes de «nuevo comentario» te asaltan por la noche
Bueno, la verdad…venía esperando un comentario como este para dar mi punto de vista sobre el tema.
Desde aquí no se ha cansado usted (y no es que me parezca mal que lo haga) de ensalzar las virtudes del «dospuntocerismo». Que si redes sociales de las que se obtiene un rendimiento «sinérgico» que ayudan a establecer, como su propio nombre indica, una red de relaciones que nos puede ser muy útil para prosperar laboralmente, o para mantener nuestros contactos, o blogs que nos promocionan (siempre recuerdo su referencia a que su hija pequeña ya tiene un blog) que si bla, bla, bla, etc, etc, etc…(lo que todos los que pasamos por aquí ya sabemos a que me refiero).
Pues bien, usted mismo a dado con el lado «oscuro» de todo esto. Y no es otro que el que relata en el post. Darnos publicidad con un blog está muy bien, PERO cuando nuestra personalidad trasciende de la red, nos encontramos con una masa de la gente que nos conoce, pero a la que no conocemos (fenómeno que hasta ahora, solo se daba con las celebridades de los medios de comunicacion «tradicionales»).
A esto se añade una larga lista de «peligros» que todo esto del 2.0 acarrea, y que no hay que ocultar. Suplantación de personalidad, acoso digital, malware, posibilidad de acceder masivamente a datos por parte de hackers, excesiva «exposición» de la vida privada en las redes sociales por parte de menores y todo lo que esa «cesión» de información conlleva.
Enhorabuena por haberse dado cuenta de este aspecto de la red.
Qué sugeriría ahora a su hija si tuviera que darle permiso de nuevo para hacerse un blog?
Un saludo, y espero nunca veamos ese tipo de actitudes por aquí.
#5: hombre, por la noche puede tardar algo más. Pero en general, la frecuencia de comentarios, como el tráfico, baja mucho por la noche.
#6: las ventajas superan a las desventajas, sino no me tendrías por aquí. Es posible que en algún momento la cosa se llegue a poner tan mal que lo que sienta sea, como dice Michael, la necesidad de abandonar todo e irme a la playa a tomar daiquiris, pero no dejaría de recomendar a mi hija que se metiese en estos temas. Lo contrario me parecería irresponsable. De una manera o de otra, este tipo de situaciones irán mejorando, porque en la historia de la humanidad siempre ha sido así, siempre hemos visto como se iban desarrollando los protocolos de uso y comportamiento. No me gustaría que mi hija estuviese fuera de estos temas solo porque hay una panda de maleducados que no se saben comportar. O aprenderemos a comportarnos, o aprenderemos a defendernos.
Yo en su caso, tal vez haría lo mismo.
Lo que no permitiría en ningún caso es que la personalidad de mi hija trascendiera, de alguna manera.
La cosa es la de siempre, todo va bien cuando tratamos con gente civilizada. El problema es que este país se está llenando alarmantemente de maleducados y energúmenos como el sujeto del escupitajo. Pásese por cualquier instituto de secundaria y pronto verá a lo que nos enfrentamos.
Un saludo.
Una agresión física es algo muy jodido. Y que acosen a tu familia debe ser algo terrible: no creo que haya nada peor.
Pero creo que Michael Arrington también debería hacer acto de contrición.
Hace ya bastante tiempo que me he percatado de esta conducta agresiva de los internautas, y le agradezco que toque el asunto ya que según veo este fenómeno va en aumento y solo augura un mal futuro para los jovenes.
#9: ¿De verdad lo ves así? A ver, Michael habla mal de algunas empresas, se mete con otras, da caña a otras. Yo, a mi nivel que no llega ni a la suela de los zapatos del suyo, también lo hago. Pero hay un tema que para mí lo convierte en diferente: mientras aquí o en TechCrunch las criticas son a ideas, a empresas o a instituciones (y se suelen mantener dentro de lo que consideraríamos cubierto por las normas de educación convencionales), las agresiones son a personas. Puede que me equivoque, pero no lo veo comparable, creo que son esferas diferentes.
…mientras yo aprieto la tecla de borrar con un dedo diferente al habitual…
LOL
:-D
Si cada vez que tenemos una diferencia de criterio con alguien nos creemos con la potestad para agredirlos de cualquier forma estamos violando normas básicas de interacción. Hacer en el mundo online lo que no hacemos cuando estamos cara a cara es, además de mala educación, una manifestación de cobardía.
Pocas cosas causan una impresión mejor que la habilidad para manifestar nuestras discrepancias de acuerdo a las normas comúnmente aceptadas de comportamiento.
En Internet es muy difícil de controlar esto por lo que quienes sufren este tipo de situaciones tienen el derecho de tomar las medidas que consideren pertinentes para limitar el alcance del problema.
Moderar los comentarios puede ser visto por algunos como «limitación de la libertad de expresión» pero es perfectamente válido. Al final si el moderador lo hace con «moderación» termina siendo positivo el resultado al dejar fuera criterios inapropiados o fuera de tópico.
A un famoso en una conferencia se le ha acercado un tarado y le ha escupido… (con razón o sin ella escupir es de tarados). Lo único novedoso es que el receptor del escupitajo tiene un blog y que ha comentado en dicho blog lo mal que se siente al respecto.
No le veo las vueltas al tema como si de repente Internet hubiera traspasado una barrera en su evolución, esto les pasa a personas en todos los ámbitos, desde arbitros, a estudiantes, a empleados, camareros, actores, cantantas o seudoperiodistas del corazón.
Sobre lo de permitir o no comentarios… pues hombre…
En este mismo blog se han permitido comentarios, se han quitado después porque los trackbacks eran suficiente, se han vuelto a poner, se han integrado los comentarios de meneame, se han quitado los comentarios de meneame, se han suprimido comentarios, se han vuelto a poner pero ahora moderados.
Cada cambio ha estado justificado por el autor, algunos revestidos de una capa de profunda convicción y propuesta dospuntocerista, otros simplemente porque al autor y propietario del blog le ha dado la real gana de hacerlo y no ha querido dar explicaciones.
La realidad es mucho más sencilla, tienes un blog, es tu blog, pon, lee, ignora, quita, modera o corrige los comentarios según te de la santa y real gana, al que no le guste la regla que no lea el blog o no lo comente…
Pero no intentes continuamente justificarlo como si de repente la experiencia del dospuntocerismo te ha iluminado y has visto la mejor opción. Al dar bandazos con excusas banales provocas a esos que quieres ignorar.
A veces lo mejor es ser sincero, lo haces porque te ha dado la gana o porque te aburre dejarlo siempre igual…
Conviene recordarlo de vez en cuando, la norma básica tanto en el mundo físico como en la red consiste en no alimentar al troll, no darles bola, se alimentan de atención. Pasar, cortar de raíz cualquier tipo de conexión que intenten, la moderación de comentarios sirve para eso.
No se puede permitir que te afecte lo que haga, diga o piense un troll. El del escupitajo era un troll, no cabe duda.
Mi apoyo a Michael Arrington.
#14: puntualizando, creo que mezclas el recorrido de este blog con el de Microsiervos. Aquí los comentarios fueron siempre abiertos y no moderados, simplemente se borraba con posterioridad aquello que era claramente maleducado o que no cumplía las normas más básicas de educación. Eso fue así hasta Diciembre del año pasado, que pasaron a ser pre-moderados: si no me parecen adecuados, no llegan a salir, evitando así escaladas de agresividad. No ha habido más cambios, únicamente con respecto al nivel de tolerancia: al principio no borraba nada, con el tiempo y las agresiones de algunos, fui endureciendo mi postura. Con respecto a Menéame, mis amigos de Blogestudio desarrollaron un plugin para que los comentarios de Menéame apareciesen en el blog, y desde entonces aparecen, en general sin moderar salvo que me parezcan realmente desagradables. No ha habido ningún cambio ni bandazo más.
El problema del fanático y el energúmeno. Recomiendo releer a los clásicos…Hobbes, Rousseau, etc. El pacto social.
Mi apoyo a todos los directores de blogs que tienen que sufrir a algún impresentable.
Yo no le veo demasiada importancia a un escupitajo. Es una salvajada claro está, pero es habitual ver tartas en algunas caras famosas y acciones de ese calibre. Es el precio de ser una figura. No me parece nada del otro jueves. Ahora, amenazas y tener que ir con seguridad ya es otro cantar.
Con esto de los comentarios me has vuelto a recordar los acontecimientos que tenía olvidados, xD. Es curioso que Microsiervos cerrara sus comentarios cuando quito su búho (que derecho tenía a rectificar, no tanto a reírse de los que ganábamos dinero mientras presumían del dibujito de marras) y que tu los pre-moderes cuando media Internet te cae encima con lo de Mobuzz.
Sí, hace tiempo que te leo y es una reflexión recurrente, qué hacer con los comentarios. Supongo que aquello fue la gota que colmó el vaso pero da la sensación que siempre ocurre en esos momentos en que «parece» que uno ha metido la pata.
La mejor parte, sin duda, es: (…) mientras yo aprieto la tecla de borrar con un dedo diferente al habitual.. ¡Qué grande!
Hay una presentación de Marco Montemagno en la cual explica en un evento creo que es en Milan los pros y contras del uso de Internet. En su presentación explica claramente que Internet no es bueno ni malo, y que en un procentaje muy elevado es un espejo del comportamiento habitual en la vida normal.
Os recomieno verlo, no solo por lo espectacular que Marco suele ser en sus presentaciones sino porque creo es una buena muestra de lo que Enrique comenta en su post.
http://www.youtube.com/watch?v=5gffrVESruM&feature=related
http://montemagno.typepad.com/marco_blog/blog_index.html
PD: el nombre de este Marco con el mio por supuesto es pura casualidad :-)
para Observador #18 no se trata del escupitajo en sí. Es la actitud. Y es un acto que cuando te atreves a hacerlo en público «escala» muy rápido. Y no siempre está mal visto. ¿o acordáis del tartazo a Bill Gates o el reciente zapato de Bush? ¿A qué unos despiertan incluso simpatías? Pero el acto es exactamente el mismo y no se puede disculpar unos sí y otros no.
La violencia verbal en los blogs queda amparada por el anonimato y la impunidad que da la distancia. Parecido a estar escondido dentro de una multitud (no puedo evitar el espectáculo que dan en Valencia un puñado de «valientes» cuando sale el consistorio en pleno en procesión con la Senyera).
Y es completamente legítimo eliminar ese tipo de comportamientos, sin dar ninguna explicación. Es la diferenica entre discutir y reñir. Creo que en los blogs siempre son bienvenidas las discusiones, enriquecen y son las que les dan vida. Pero no hace falta «llegar a las manos», aunque sean verbales.
Pues si yo soy el Arrington ese le suelto una ostia al del escupitajo que se cae pa atras.
Una cosa son las opiniones y otra cosa es que te gapeen joder.
#23: y conociendo a Arrington, que es un pedazo de tío de dos metros y grande como un armario ropero, te aseguro que si lo llega a pillar, es lo menos que hace con él. Pero estaba griposo, cansado, se quedó flipado sin reaccionar un instante, y el del escupitajo se escapó entre el mogollón…
#22, no se da cuenta usted que con esa actitud se pone al nivel de los que pretende criticar? Si el señor Arrington le hubiese dado una leche al susodicho energúmeno, no sería muy diferente de él.
#24: ya, pero en el fragor del momento, lo de no responder, templar y decir eso de «no me voy a poner a su altura» debe tener su verdadera gracia…
24# no pasa nada. Si alguna vez Vd tiene a bien pegar a alguién le aconsejo que vaya acompañado con un notario y que proceda a darle al susodicho una torta con la palma extendida. (pero que lo vea el Sr. Notario). Se considera solo falta leve y se queda uno muy a gusto.
En la red como como en el cara a cara «EDUCACIÓN», que es algo que se echa de menos ultimamente, pero ya se sabe «de donde no hay no se puede sacar»
El escupitajo no creo que tenga que ver con el blog, sino con ser popular. Cualquier popular corre el riesgo que alguien le haga una cosa así para salir en los papeles.Claro esta que este hombre es popular por tener un blog de éxito, pero quien busca la popularidad se expone a estos desagradables encuentros, al igual que disfruta de las ventajas de la popularidad…
La ventaja de La Martirio, es que con peineta y gafas la conoce todo el mundo, pero cuando acaba el espectáculo se quita las gafas y a peineta y desaparece en el aire.
Si pones tu nombre autentico, Enrique Dans y colocas una foto tuya en la cabecera, si eres un buen blogger consigues fama, pero corres el riesgo que alguien te quiera romper la cara solo porque tu eres conocido y él no.
Si pones un nombre ficticio, como por ejemplo La Chica de la Tele y sales con gafas como la Martirio, si eres un buen blogger, quizá llegues a tener un blog de éxito, pero acabado el post, podrás ir a cenar a un restaurante, sin que nadie vuelva la cara y cuchichee con su pareja. Claro que eso sí, tendras que reservar mesa por teléfono, la felicidad nunca es completa.
También podría ser que el reconocido blogger no sea capaz de recordar sus inicios y su prepotencia no le permita ver más allá de su ombligo…Con esto no quiero justificar, en absoluto el comportamiento del «imbécil», ya que…»hay días tontos, y tontos todos los días».
Tarados siempre ha habido.
A John Lennon se le acercó uno y le disparó…
No creo quetenga nada quever con la 2.0 o internet…es un ejemplo de educación y civismo. Nada más.
Le ocurrió a Michael Arrington por ser famoso…como le puede ocurrir a Messi. Cada uno en su parcela tienen su peligro…pero nada que ver con Internet.
Qué hay:
Aparte de alucinar con estas situaciones en las que de un modo u otro me veo identificado.
También quería pedirte que me dejaras copiar el texto que aparece bajo la frase «Deja un comentario:» ya que me parece perfecto para lo que yo también sufro en mi blog desde hace ya unos años, para ponerlo como mensaje en la moderación a la que me he visto obligado a poner.
Ah, y gracias por contar estas cosas que de otro modo nadie llegaría a enterarse ;)
Salu2
#31: por supuesto, cópialo con toda paz, encantado de que te sirva :-)
Genial!
Gracias Enrique ;)
Salu2
Insito lo confundieron,sabiendo la cantidad de radicales que hay alrededor de este tipo de reuniones
Salud!
Buenas tardes,
es muy interesante Enrique, que hayas, hayais llegado a la necesidad de moderación en los comentarios de tu, vuestros Blogs.
Inevitable es la sonrisa al contraponer este hecho con la idea de neutralidad de la red y formas de control imperativas sobre ella. Tu aplicas tu moral para juzgar necesario la intervención y la vuelves a aplicar para hallar la ponderación y el metodo en su aplicación.
En los minimos requirimientos, o en los limites legales de la libertad de expresión por centrar mas tecnicamente la cuestión, hay una contrastadisima experiencia que en la red simplemente se dejo a un lado. De los muchos factores que propiciarón que la red sea un campo libre de restricciones impuestas por derechos tan fundamentales como la dignidad personal, el que mas rechina siempre a cualquier jurista sin duda es el alegato estupido a la total libertad de expresión sin ponderación o limite alguno.
Desde un punto de vista totalmente academico, para un jurista es altamente excitante ver como una realidad como internet ajena al derecho como lo fue en su dia, y aun hoy en muchos aspectos, ha sido irremediablemente llevada a la dialectica casi siempre a base de puntos conflictivos.
Aunque esa situación de alegalidad siempre ha sido mas una contruccion ficticia que otra cosa, porsupuesto, y en casi todo su ambito de facto si estubiera sujeta a las normas basicas, si es verdad que en sus primeros estadios de evolución simplemente no se ha aplicado el imperio, ya fuera o fuese por la marginalidad, volumen importancia, o como algunas ramas doctrinales defenderian por sus matizes diferenciadores propios.
En el concreto ambito a la libertad de expresión, y la problemática que surge del hecho de que particulares no instruidos en sus limites tengan acceso a medios de comunicación públicos. Sean de su propiedad o no, esten bajo su potestas o no.
La moderación de los comentariós es en si mismo una interesantisima area de debate en el que se puede sin mucha problematica llegar al final a la imposición del criterio sesgador. Quien es el que decide el criterio por el que se permite o no la participación, ¿usted querido enrique, por deriba de su propiedad?, si esto es asi, alguna responsabilidad deberia deribar de ella, ¿El estado?, lo que nos llevaria a la irresponsabilidad del propietario, ¿un sistema mixto de minimos? seguramente seria por lo menos en nuestro marco legal lo mas fino.
Lo que no se puede ni se debe admitir a mi juicio es una situación en la que sea el propietario el que censure segun su criterio la participación en los comentarios, y ademas se exiga la irresponsabilidad del mismo como simple medio.
Quien quiera peces que se moje, como diria mi abuelo, asi quien quiera imponer su criterio a la hora de censurar bajo su criterio la participación de terceros en un medio de su propiedad, que se atenga a la responsabilidad generada de esa potestas. Y si no, que simplemente actue como mero medio sin voz ni voto.
Saludos cordiales.